Un comando armado tomó como rehenes a un grupo de dolientes que acudían a un funeral, los colocó formados lateralmente con la espalda al portón de una vivienda y los fusiló, en lo que se perfila la mayor masacre de este año.
El atroz episodio, ocurrido el domingo en Michoacán, marca un agravamiento de la violencia que sacude a México desde hace más de 15 años, que arroja hasta ahora más de 355,000 muertos y 93, 000 desaparecidos.
Justo hace una semana, la ministra de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, presumió una reducción de los asesinatos de 14,4% en enero pasado respecto al mismo mes de 2021, el nivel más bajo en 5 años.
Los autores de la matanza ocurrida en el poblado de San José de Gracia, frontera de Michoacán con Jalisco, videograbaron este hecho y lo difundieron en las redes sociales, donde rápidamente se volvió tendencia.
Las víctimas fueron obligadas a ponerse de frente, con las manos en la nuca, mientras los atacantes se colocaron detrás de varias camionetas blancas y luego comenzaron a lanzar ráfagas de armas de alto calibre.
Los cuerpos fueron recogidos y no han sido localizados, lo que impidió a las autoridades confirmar el número exacto de muertos, difundido por los medios informativos y por reportes extraoficiales que calcularon la cifra entre 10 y 17.
El suceso parece formar parte de la guerra a muerte que mantiene el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y los llamados “Cárteles Unidos” por el control de la zona conocida como Tierra Caliente, un territorio clave para el trasiego de precursores químicos para elaborar drogas sintéticas que llegan de Asia a costas del Pacífico.
Otra de las razones por las cuales la zona es objeto de disputa es que ahí se encuentra Aguililla, el epicentro de la violencia, y lugar de nacimiento del jefe del CJNG, Nemesio Oseguera “El Mencho”.
En los últimos días, se intensificaron las versiones de que estaría muriendo el temido capo, que habría sustituido a Joaquín “El Chapo” Guzmán, como el “hombre fuerte” del crimen organizado en México, luego que este fue condenado a 10 cadenas perpetuas en julio del 2019, tras ser extraditado a Estados Unidos en enero de 2017.
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Se ha difundido en diversos medios de comunicación desde la semana pasada que los días de El Mencho “parecen estar contados” por un padecimiento renal que lo obliga a someterse a diálisis todos los días, “ha mermado su poder dentro de la organización”.
Por ello, se rumorea que “pronto podría ser relevado al frente del grupo criminal”, dijo el informe, en referencia al jefe de una organización surgida hace 18 años como brazo armado del Cártel de Sinaloa, dirigida entonces por Guzmán.
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Hace pocas semanas se difundió el rumor sobre la muerte del mafioso, pero ninguna fuente oficial lo confirmó ni en México ni en Estados Unidos. De acuerdo con informes periodísticos, El Mencho se halla refugiado en la sierra michoacana o en una zona agreste entre los estados de Jalisco y Nayarit, sometido a diálisis para aliviar sus problemas, mientras aparentemente buscaría someterse a un trasplante de riñón.
El gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 10 millones de dólares a quien proporcione alguna información que conduzca a su arresto.
El relevo de El Mencho es incierto por cuanto su hijo Rubén, conocido como “El Menchito” fue detenido en México y extraditado en febrero de 2020 a Estados Unidos, mientras que otra hija del jefe criminal, Jessica, fue arrestada también cuando asistía a una audiencia en Washington sobre el caso de su hermano.
De acuerdo con la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), no se descarta que el Cártel de Jalisco pueda estar infiltrado por miembros del cártel de Sinaloa, que tomarían el control de la organización si El Mencho se retira o muere.
Las versiones sobre la gravedad de la salud del Mencho coinciden con un incremento en la lucha entre facciones dentro del CJNG, ante la imposibilidad del hombre fuerte de la organización de mantenerla cohesionada.
