La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) reporta un incremento interanual del 30 % de enero a agosto de 2023, cuando registró casi 100.000 solicitantes, una situación que mantiene saturada la frontera sur.
Migrantes cubanos, haitianos y hondureños son los principales extranjeros que se han congregado en busca de asilo político en Tapachula, en el límite de México con Guatemala, donde la Comar lidia con irrupciones, grandes filas y la entrega de documentos con apoyo de la Guardia Nacional.
Daladier Anzueto, coordinador regional Comar, reiteró el pronosticó de que se rompa el récord de solicitudes y atiendan 150.000 personas este 2023.
“A partir de dos meses para acá, ha sufrido un incremento casi 2.000 personas diarias, esto requiere esfuerzo, nuestros compañeros tienen que trabajar 12 horas diarias, entran a las siete de la mañana y salen a las siete de la noche”, indicó el funcionario.
Un repunte migratorio
El flujo migratorio por México ha repuntado tras la caída inicial que provocó en mayo pasado la expiración del Título 42 de Estados Unidos, según reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El éxodo es visible en Centroamérica, donde Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió de una “cifra histórica” de más de 18.300 migrantes que transitaron en la última semana por el municipio de Danlí, uno de los puntos fronterizos de Honduras con Nicaragua.
La cubana Ariana de la Caridad Recio López, quien llegó a la ciudad desde hace un mes y medio, se ha percatado de la llegada de miles de migrantes que han saturado las oficinas de la Comar.
Esta migrante en Cuba era maestra de español y literatura, pero ahora se dedica a vender panes con lechón a las afueras de la Comar mientras espera sus documentos.
“Que sigan haciendo la fila porque este es el único procedimiento para estar legal en el país, tiene que hacerlo obligatoriamente de manera organizada, respetando a las autoridades y con disciplina”, recomendó a sus compañeros.
Tapachula concentra entre el 50 % y el 60 % de todas las solicitudes de asilo en México, por lo que esta oficina afronta mayor presión.
Otra de las migrantes que han llegado a Tapachula es su compatriota, Giselis Magdaleno González, originaria de La Habana, quien obtuvo el asilo político en México y ha logrado obtener su residencia permanente, por lo que se dedica a vender alimentos junto a su esposo y a su bebé.
“(Los cubanos están aquí) porque quieren ya nacionalizarse acá, quieren hacer sus papeles para estar legalmente acá, para trabajar para hacer una vida, hay muchos cubanos, miles de cubanos solicitando el asilo político”, comentó.
“Parece que quieren hacer vida acá, muchos se van, otros se quedan que le echen ganas a seguir hacia adelante, que no pierdan la fe, que sigan con su proceso para que no tengan ningún problema”, añadió.
Esta migrante de profesión es veterinaria y en Tapachula tiene una hamburguesería y dice que su vida es más tranquila y segura a pesar de la afluencia de miles de migrantes
El funcionario de la Comar remarcó que no todas las personas que llegan a la ciudad están totalmente informadas, porque hay un gran sector que quiere cruzar por este país para llegar a Estados Unidos, en lugar de permanecer en México.