El lento avance de las investigaciones por la desaparición de un estudiante mexicano, sacado de su casa por hombres armados semanas atrás, ha generado indignación y manifestaciones en la ciudad de Guadalajara, en el estado de Jalisco, donde miles de personas han sido reportadas como desaparecidas en las últimas seis décadas.

El pasado 15 de septiembre, Miguel Alejandro Soto, estudiante de Ingeniería de Negocios del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), perteneciente a la Universidad de Guadalajara, fue raptado por desconocidos que ingresaron a su residencia, en la colonia Los Olivos, en la ciudad de San Pedro Tlaquepaque, recoge El Occidental.

Su casa de estudios organizó el jueves una marcha en la que participaron 15.000 personas, desde el Edificio de la Rectoría General hasta la Plaza de Armas, situada frente al Palacio de Gobierno de esa ciudad.

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 Los manifestantes exigieron la aparición con vida de Soto, la comparecencia pública de las autoridades responsables y la implementación de medidas extraordinarias para atender a la brevedad la búsqueda inmediata de las miles de víctimas que reporta el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas.

De acuerdo a la información publicada por la mencionada institución universitaria, Jalisco es el estado mexicano con mayor número de desaparecidos del país. Según el Registro Federal en esta entidad, hay 14.951 personas reportadas como desaparecidas desde 1964 hasta mediados de 2022, informa Expansión.

¿Cómo desapareció?

Soto estaba descalzo y tenía un pantalón corto negro cuando se lo llevaron. Los hombres armados lo montaron en el auto de su padre y desde ese momento no se tienen noticias sobre su paradero.

Según Informador, la vivienda del estudiante, de 22 años, está ubicada a 200 metros de un cuartel militar y a 15 minutos de la residencia de Eduardo Salomón, un adolescente de 16 años que también fue sacado de su casa y que posteriormente apareció muerto, en febrero de este año.

La Comisión de Búsqueda de Personas de Jalisco ha difundido en las redes la imagen de Soto junto a una descripción de sus características físicas.

Revictimización 

La prensa ha recogido varias declaraciones del fiscal de Jalisco, Luis Joaquín Méndez Ruiz, sobre el caso. Algunas afirmaciones que se han filtrado del órgano de Justicia han generado malestar entre los familiares y las autoridades universitarias debido a que consideran que el joven ha sido revictimizado.

Méndez Ruiz aseveró que el contexto “que rodea al propio desaparecido” debe ser analizado “no con la intención de criminalizar”, sino como “parte de las investigaciones” para ir “marcando una ruta”, divulgó El Diario NTR.

Estas aseveraciones las hace luego de que varios medios, entre ellos Excelsior, publicaran que el estudiante supuestamente pertenecía a una organización de venta ilegal de cigarrillos y que habría tenido en su posesión mercancía por el valor de 300.000 pesos (casi 15.000 dólares).

El señalamiento ha sido rechazado tanto por su madre, Magda Martín, que ha pedido que no se criminalice a su hijo, como por los rectores de la Universidad de Guadalajara, recoge El Heraldo.|

Las líneas de investigación

El fiscal de Jalisco también adelantó que hay varias líneas de investigación en este caso.

“Sería aventurado decir que tengo dos o tres; que el Ministerio Público tiene una, dos o tres líneas. Todo se analiza en manera contextual y se van descartando o confirmando algunas de las líneas”, explicó.

Méndez Ruiz descartó que una de las líneas de investigación sea el secuestro, puesto que no se ha pedido un rescate por él. Sin embargo, no se desecha la hipótesis de que la desaparición esté relacionada con un robo, debido a que se llevaron el vehículo de su propiedad.

Por último, dijo que existe “constante comunicación” con los familiares y que el organismo les ha dado “los avances que van surgiendo de la propia carpeta, todos los actos que se recaban, la evidencia fotográfica o de videos”.

¿Qué dice la universidad?

En un comunicado que difundió Tribuna de la Bahía, los rectores de la institución universitaria denuncian que nuevamente un miembro de esa comunidad “sufre la violencia que se vive en Jalisco” y que sus llamados a las autoridades para que atiendan este tema han sido inútiles.

En el texto, expresan que “Soto es una de las 17 víctimas diarias de desaparición en Jalisco” y uno de los 12 integrantes de esa comunidad universitaria que han desaparecido desde 2014.

Del mismo modo, rechazaron la “revictimización que llevan a cabo las autoridades”, tanto de Soto como de su familia, “no solo debido a la ineficacia con la que han abordado el asunto, sino también por las filtraciones a los medios de versiones sobre su participación en supuestos ilícitos”.

“Repudiamos la criminalización de las víctimas y que sean denigradas por las autoridades, pues además es parte de un esfuerzo sistemático para rehuir sus responsabilidades institucionales”, dice el texto.

En el escrito también se tilda a las instituciones estatales de “extremadamente deficientes” debido a que “persisten las fallas en la integración de carpetas, la investigación de casos, el rastreo de fosas clandestinas y el registro de personas fallecidas no identificadas”.

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