El Gobierno mexicano repatrió 280 piezas arqueológicas desde Estados Unidos en un acto que se llevó a cabo en el Consulado General de México en Nogales (EE.UU.) para ser entregadas al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó este martes la institución.
En un comunicado, el INAH indicó que las piezas corresponden a dos lotes, el primero decomisado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) en 2012, el cual coordinó la revisión de los bienes culturales y su identificación con el Gobierno de México.
El primer lote lo integran “270 piezas arqueológicas prehispánicas, en su mayoría artefactos de piedra tallada, principalmente puntas de proyectil y bifaciales”, así como herramientas de lítica pulida que, específicamente, son hachas de piedra con un canal pulido que les permitía quedar sujetas a un palo o mango.
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“Resulta notable un grupo de cascabeles de cobre cuya ocurrencia o descubrimiento es poco común. Estos bienes arqueológicos fueron sustraídos de diversos sitios arqueológicos del estado de Sonora”, apuntó la nota.
El segundo lote corresponde “a diez artefactos entregados por el Chandler Museum al grupo de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, en inglés), rama dentro de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), para su reintegración a la nación mexicana.
Destacan “figuras antropomorfas de cerámica de la Cultura Tumbas de Tiro del occidente de México. Algunas superan los 30 centímetros de altura y presentan notables detalles de ornamentación y adorno de los antiguos pobladores del México prehispánico”.
El informe señaló que el Centro INAH Sonora fue el que estuvo a cargo de los dictámenes y valoraciones de los bienes, a través de los arqueólogos Elisa Villalpando y Júpiter Martínez.
En tanto, el antropólogo José Luis Perea González explicó que una vez en territorio mexicano y bajo custodia del INAH, “los bienes arqueológicos muebles serán inscritos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos, para lo cual será necesario su análisis y catalogación”.
Comentó que ese proceso implica “recuperar la mayor cantidad de datos de las piezas que, aunque lamentablemente su contexto de origen fue destruido”, permitirán aprender más sobre las sociedades que las manufacturaron y poner al alcance del público los datos que se registren.
Además, dijo que, eventualmente, todas las piezas se integrarán al acervo permanente de bienes arqueológicos muebles del INAH.
El INAH subrayó que la restitución de estas piezas prehispánicas de las culturas de Sonora “constituye una muestra de la activa cooperación entre Estados Unidos y México en materia de protección de bienes culturales” que concierne a ambos países y una apuesta porque los legados históricos y culturales retornen a su origen.