Horas antes de que se diera a conocer oficialmente, lo que desde hace más de 4 años se sabía, que Claudia Sheibaum será la próxima candidata de Morena a la presidencia de México, bajo un método de encuesta diseñada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el excanciller y también aspirante Marcelo Ebrard denunció irregularidades en ese proceso y pidió repetirlo.

De manera un poco sorpresiva, Ebrard Casaubón estalló la bomba al interior de Morena y tensó la cuerda con la dirigencia del partido luego de que todas las encuestas lo colocaron en segundo lugar y con una desventaja de más de 10 puntos frente a la exjefa de gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbam, la preferida del Palacio de Gobierno. 

Durante el proceso de selección, Marcelo Ebrard denunció el apoyo abierto del gobierno federal, a través de la secretaría del bienestar y de la mayoría de los gobernadores morenistas, y el acarreo de funcionarios públicos para los eventos de Claudia Sheinbaum, lo que sólo tuvo eco mediático.

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Ayer, durante el conteo de las boletas que arrojaron los resultados de las encuestas y luego de disfrazar una campaña abierta llena de irregularidades y solapada por el Instituto Nacional Electoral, Ebrard se reunió con su equipo de trabajo y simpatizantes para decirles que será hasta el próximo lunes cuando decida el camino político a seguir.

El prestigiado diario internacional El País dio a conocer oportunamente que Marcelo Ebrard no acudiría al evento donde se dio a conocer la victoria de Claudia Sheinbaum y fuentes confirmaron a ese periódico que la puerta estaba abierta para que el excanciller obradorista abandone Morena.

En el encuentro privado, asegura la corresponsal de ese medio, Marcelo expresó “No nos vamos a someter a esa señora”, en obvia alusión a Sheinbaum

El enojo de Ebrard llegó al extremo de recordar a sus seguidores que él no es un ‘ambicioso’ porque en dos ocasiones se hizo a un lado para dejar el camino como candidato a López Obrador. La primera sucedió en 2000, cuando los dos políticos buscaban ser candidato para gobernar la capital por distintos partidos. La segunda fue la de 2012. En el caso del actual dirigente de Morena, Mario Delgado, señaló: “Era colaborador mío, ¿se acuerdan? 

El excanciller también aseguró a sus seguidores que no iba a aceptar premios de consolación si se los ofrecían, ni una senaduría ni ningún otro cargo. “Morena se parece más al PRI, que tristeza” llegó a expresar en un mensaje en sus redes sociales.

Las primeras reacciones sobre esta ruptura apuntan a que Marcelo Ebrard podría hacer realidad la vieja especulación de que en caso de que no fuera candidato del oficialismo competiría por Movimiento Ciudadano, el partido de Dante Delgado. 

En otros escenarios, se piensa que esto se trata de una ruptura pactada entre AMLO, Ebrard y Dante, como esquirol, para dividir a la oposición (Frente Amplio por México) y allanar el camino a Claudia Sheinbaum, aunque también podríamos ver el regreso de Marcelo a París, ciudad a la cual ha decantado como ‘sueño para el retiro’.

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