En conjunto, las mexicanas realizan 10 millones de desplazamientos al día, 74% de los cuales son en transporte público. Esto convierte a las mujeres en la mayoría de los usuarios, según datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

“El 98% de las mujeres ha tenido alguna experiencia de acoso u hostigamiento en el transporte público. (…) Sin embargo, solo una cuarta parte sabe qué hacer, dónde denunciar, y muy pocas piden apoyo porque piensan que no va a pasar nada”, puntualizó la presidenta del Inmujeres, Nadine Gasman, en la presentación del documento “Lineamientos para la Prevención y Atención del Acoso Sexual de las Mujeres en el Transporte Colectivo“.

En edad escolar, 22% de las mexicanas se desplaza en transporte público, mientras que al momento de iniciar la vida laboral crece hasta 26%, según lo expuesto en el documento.

Claro que estos no son los únicos motivos de movilidad para las mujeres. En contraste con los hombres, ellas dedican entre 48 y 50% de sus traslados a los viajes que, Inés Sánchez de Madariaga, experta en Género y Urbanismo, definió en 2016 como “movilidad del cuidado”, donde destacan actividades como acompañar a menores, comprar alimentos, asistencia médica y realizar trámites.

“Los viajes de cuidado son encadenados, usan diversos modos de transporte, de acuerdo a las necesidades. Para los viajes de cuidado no hay horarios definidos, por lo que las curvas de demanda varían”, se puede leer en el documento.

El 93% de las mexicanas de entre 15 y 19 años ha sufrido actos de violencia en el transporte o en el espacio público. Si bien, con la edad, disminuye el porcentaje, aún 57% de las mujeres mayores de 60 años siguen percibiendo este tipo de violencia. Estos actos pueden ser en forma de agresiones verbales, persecución, acoso sexual, entre otros.

Desde hace varios años, las mujeres han desarrollado diferentes medidas de autoprotección, como procurar viajar acompañadas, no salir de noche o muy temprano, cambiar constantemente de ruta y asegurar que alguien las recoja en su último trayecto –76% de las mujeres se sienten inseguras en el transporte público–. Según información contenida en el documento, en ciudades como Guadalajara 7% de la población femenina ha dejado de estudiar o trabajar por miedo a ser agredidas.

Otro problema expuesto dentro de los Lineamientos para la Prevención y Atención del Acoso Sexual es la reacción de las personas que son testigos del acoso en el transporte púbico, pues la mayoría de ellas prefiere no hacer nada al respecto. En ciudades como Guadalajara y Monterrey sólo 16% de los hombres decide tomar acción.

Desde la iniciativa privada también se han hecho esfuerzos para contribuir a que las mujeres se muevan en las ciudades con mayor seguridad. L’Oréal, por ejemplo, encontró que la principal razón de la indiferencia es que 86% de los testigos no sabe qué hacer para ayudar. Ante esto, la marca de productos de belleza, lanzó en 2020 un programa mundial para capacitar a un millón de personas para intervenir como testigos y enfrentar el acoso callejero.

¿Qué hace la autoridad para combatir el problema?

Dentro de las entidades federativas existen distintos programas que están centrados en prevenir, combatir o denunciar el acoso en el transporte público. Tales como: “Vive Segura CDMX” o “Código Rojo, Ámbar y Puntos Naranjas en Estaciones de Transporte Público”, éste último en Hidalgo.

El gobierno federal, así como los gobiernos de Colima, Baja California Sur y CDMX unieron esfuerzos con las empresas de transporte colectivo para la realización de los Lineamientos para la Prevención y Atención del Acoso Sexual de las Mujeres en el Transporte Colectivo. Esto con el objetivo de que las acciones arranquen en estas entidades –se espera que paulatinamente sean adoptadas en todo el país.

Dentro de los Lineamientos se estipula que en los espacios definidos deberá diagnosticarse la situación de movilidad que tienen las mujeres actualmente, con base en una encuesta de percepción. Con dichos resultados se trazará una estrategia con tres objetivos: 1) Evitar que suceda, 2) Brindar información de cómo proceder y 3) Evitar la repetición de los hechos. 

Como parte del pilotaje que se realizó en la CDMX, los primeros operadores en recibir el curso de perspectiva de género fueron los pertenecientes a la ruta 88, de Cuautepec. Los Lineamientos están disponibles en las páginas de Inmujeres y de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

“Esta acción machista, el acoso sexual, no sólo perjudica a las mujeres, nos perjudica a todos: hombres, niñas, niños y adultos mayores, pues se va fragmentando el tejido social. No debemos de verlo como un tema común, como una más, sino una más que tiene que tomar una acción, poner una demanda y alzar la voz”, aseguró, durante la presentación de los Lineamientos, el titular de la Sedatu, Román Meyer Falcón.

En el documento se ofrecen las siguientes recomendaciones a los usuarios en caso de ser víctimas de acoso sexual en el transporte público.

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Durante el hecho de acoso sexual:

Expresa incomodidad, levanta la voz.

Pide ayuda a la persona más próxima o directamente al operador de transporte.

Si la unidad cuenta con un botón de auxilio directo, oprímelo, o pide al conductor que lo active. 

Llama al 911 (que se canaliza al 075).

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