El Gobierno mexicano exhibió la fuerza de cientos de elementos del Ejército y la Guardia Nacional en su principal cruce de la frontera sur, entre el estado de Chiapas y Guatemala, en medio del creciente flujo migratorio.

Sin precisar la cifra de elementos, en la ‘Ceremonia de presentación de los agrupamientos organizados, equipados y adiestrados para el rescate humanitario’ desfilaron en Tapachula cientos de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas.

“Para garantizar la seguridad interior y apoyar a las autoridades civiles en caso de necesidades públicas, se cuenta con un despliegue militar permanente en esta frontera sur”, expresó el general Vicente Antonio Hernández, comandante de la 36ª Zona Militar en Tapachula.

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El despliegue ocurre al cumplirse una semana del histórico cierre de la frontera sur que México realizó con el argumento de frenar los contagios de COVID-19.

Pero también coincide con la víspera del arribo de las primeras 1,5 millones de un total de 2,7 millones de vacunas de AstraZeneca que Estados Unidos prestará a México tras una negociación entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden.

“Nuestro país actuó de forma soberana e independiente al implementar su nueva política migratoria, que pone al centro la protección de los derechos humanos”, aseguró el general Hernández, encargado del fronterizo río Suchiate.

La exhibición de fuerza también sucede cuando México ha detenido a 34 mil 993 migrantes irregulares hasta el 25 de marzo, un aumento de casi el 28 por ciento o 7 mil 643 personas más que el año pasado, reveló en el evento Francisco Garduño, titular del INM.

De este número, precisó, 4 mil 440 han sido menores de edad.

“Reforzaremos nuestra presencia en este estado fronterizo a fin de evitar que niños, niñas y adolescentes sean utilizados como pasaporte para llegar a la frontera con Estados Unidos“, manifestó Garduño.

Tan solo en la última semana, los agentes migratorios mexicanos han detenido a más de 4 mil personas indocumentadas, la mitad en Chiapas y Tabasco, estados del sureste del país.

El director del INM detalló que el 56.21 por ciento de los migrantes que detienen son de Honduras y el resto de Guatemala, El Salvador y otras naciones no especificadas.

“Mantendremos el operativo de vigilancia las 24 horas en la totalidad de la franja fronteriza del sur del país, así como en las carreteras, trenes y caminos para mantener un flujo migratorio regular atendiendo además las medidas sanitarias por COVID-19”, observó.

En tanto, en Estados Unidos la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvo a 100 mil 441 indocumentados en febrero en la frontera con México, frente a 78 mil 442 de enero.

Aunque es una tendencia al alza aún no alcanza a mayo de 2019, cuando CBP aprehendió a 132 mil 856 personas y el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó a México con la imposición de aranceles.

Las autoridades mexicanas replicaron el exhorto del Gobierno de Estados Unidos, que ha pedido no viajar al país pese a la suavización de la retórica de Biden.

“Las redes criminales de traficantes de personas les han vendido la ilusión de llegar a la frontera con los Estados Unidos sin riesgos, no hay nada más más falso que eso”, sostuvo Garduño.

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