Los obispos de México expresaron su preocupación por la posible aprobación de la Reforma al Poder Judicial y advirtieron que la iniciativa presidencial no garantiza una mejor impartición de justicia y afecta la autonomía del Poder Judicial, por lo que hizo un llamado al Senado a analizar a profundidad el tema y escuche a representantes de ese poder.

A través de una carta firmada por Rogelio Cabrera López, presidente; Gustavo Rodríguez Vega, vicepresidente y Ramón Castro Castro, Secretario General, entre otros, resaltaron la propuesta de reforma del presidente Andrés Manuel López Obrador no responde a una revisión integral del sistema de justicia, ni garantiza una mejor y más cualificada impartición de justicia, más aún, afecta la autonomía del Poder Judicial y pone en entredicho la división de poderes que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La Conferencia del Episcopado Mexicano recordó que junto con otras instancias de la Iglesia y la sociedad civil, promovieron una serie de diálogos que culminaron en la Agenda Nacional por la Paz, donde se expresa la necesidad de reconstruir de forma integral la justicia en México en todos sus niveles, un reclamo de la sociedad mexicana, especialmente de las víctimas de la violencia criminal generalizada en todo el país y la impunidad propiciada por las limitaciones y la corrupción de algunos impartidores de justicia. “Sin embargo, la propuesta de reforma impulsada por el Ejecutivo no responde a una revisión integral del sistema judicial”.

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Por lo anterior pidieron a los senadores que se escuche el punto de vista de los integrantes del Poder Judicial de la Federación, a los Jueces, Magistrados, Ministros y Ministras. Alentaron a continuar las reflexiones de colegios de abogados, estudiantes profesionistas en las que coinciden con distintos organismos internacionales, en las que manifiestan que la elección para el cargo de Jueces y Magistrados, además de politizar y debilitar la impartición de la justicia en México, no ofrece ninguna garantía para superar la corrupción y la impunidad que requiere urgentemente la ciudadanía.

Finalmente los representantes de la iglesia católica hicieron votos para que el Senado “tomando en cuenta su gran responsabilidad y la trascendencia del tema, se dé el tiempo suficiente para reflexionar con profundidad, analizar con prudencia y reconstruir el diálogo con todos los sectores de la sociedad, más allá de partidismos innecesarios, contemplando el bien de la Nación, a fin de que avancemos a una reforma integral que incluya a las fiscalías, los tribunales locales, el respeto a la carrera judicial, así como la justicia federal tan necesaria para nuestro país”.

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