El oficial de más alto rango del Pentágono comentó este jueves un reciente informe de AP, que señaló que al menos 1,900 armas de fuego, pertenecientes a los integrantes de las Fuerzas Armadas de EE.UU., fueron perdidas o robadas durante la década de 2010 y algunas de ellas luego fueron usadas para perpetrar crímenes. De acuerdo con sus declaraciones, el número real es “significativamente menor” de lo señalado en la publicación.

“Francamente, estaba sorprendido por los números que estaban allí”, declaró el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, durante una audiencia del Comité de Asignaciones del Senado.

Indicó que las cifras que aparecen en unos informes oficiales que recibió “son significativamente menores que las reportadas” por AP, agregando que “eso no quiere decir que sea cero, pero es mucho menor”.

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Milley hizo hincapié en que el Pentágono “se toma extraordinariamente en serio” la seguridad de las armas e investiga “rigurosamente” todos los casos de desaparición de armas. “Hay armas por las que no podemos responder, pero puedo garantizarles que nos lo tomamos extraordinariamente en serio y les debo cifras exactas que estamos recibiendo”, dijo, agregando que obtendrá los datos al respecto “muy, muy rápidamente”.

Investigación de AP

Los resultados de la investigación de AP fueron publicados este miércoles. En el artículo, la agencia indicó que “algunos servicios armados han suprimido la publicación de la información básica” y “el total de AP es un cierto conteo bajo”.

“Los registros del Gobierno que abarca el Ejército, el Cuerpo de Marines, la Armada y la Fuerza Aérea, muestran que pistolas, ametralladoras, escopetas y rifles de asalto automáticos han desaparecido de armerías, almacenes de suministros, barcos de la Armada, campos de tiro y otros lugares donde fueron usados, almacenados o transportados”, indica el texto. Agregó que la desaparición de las armas ocurrió debido a “puertas desbloqueadas, tropas dormidas, sistemas de vigilancia que no grabaron, intrusiones y otros fallos de seguridad que, hasta ahora, no han sido reportados públicamente”.

En la agencia detectaron “8 casos en los que 5 diferentes armas de fuego robadas fueron usadas en tiroteos civiles u otros crímenes violentos” y otros crímenes, cuando las armas terminaron en manos de criminales.

El artículo de AP cita también al portavoz del Pentágono, John Kirby, que declaró que se toman el tema muy en serio y opinan que “hacen un buen trabajo”. “Esto no significa que no haya pérdidas. Esto no significa que no se hayan cometido errores”, destacó.

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