Las grandes cantidades de información que deben saber los militares estadounidenses, sobre todo los encargados de la custodia de armas nucleares, no son fáciles de grabar en la memoria, y algunos soldados recurrían a populares aplicaciones de fichas educativas, o ‘flashcards’, para memorizar tantos datos. Sin percatarse de ello, así filtraron muchos detalles de los protocolos de seguridad secretos vinculados con las armas nucleares e inadvertidamente confirmaron su despliegue en todas las bases en Europa donde ya se sospechaba su presencia, revela Bellingcat.
Los periodistas descubrieron que los soldados norteamericanos usaban aplicaciones como Chegg, Quizlet y Cram, donde incluso identificaban los espacios exactos en los que se almacenaban las armas nucleares y mencionaban las posiciones de las cámaras, la frecuencia de las patrullas, los identificadores únicos que deben tener los que trabajan en zonas de acceso restringido y las palabras secretas que dan a entender que un guardia está siendo amenazado.
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En las fichas, que todo este tiempo estaban en dominio público porque sus autores aparentemente no eligieron el modo privado en la configuración de las apps, figuran también detalles específicos relacionados con las funciones laborales, instrucciones sobre la composición de las contraseñas y nombres de usuario (que si pueden o no incluir espacios), además de datos básicos como las definiciones de los términos, acrónimos, leyes, procedimientos y protocolos de radio.
En algunos casos, la negligencia fue tal que los militares usaban en las aplicaciones sus nombres completos, mientras que algunos ponían la misma foto de perfil que tenían en su cuenta de LinkedIn, lo que facilitó su identificación a los periodistas, que contactaron con la OTAN, el Pentágono y otras autoridades pertinentes antes de publicar su investigación debido a las “potenciales implicaciones en materia de la seguridad pública”.
Entre tanto, gracias a las palabras clave como ‘cold’ y ‘hot’ (‘frío’ y ‘caliente’), los usuarios de las populares plataformas de aprendizaje revelaron la presencia de armas nucleares en las bases de Aviano en Italia, Volkel en Países Bajos, y todos los demás sitios de Europa que tenían esos armamentos, según documentos filtrados y reportes mediáticos que nunca llegaban a recibir confirmación oficial. Esas instalaciones incluyen la base turca Incirlik, la italiana Ghedi, la alemana Buechel y la belga Kleine Brogel, precisa Bellingcat.
Algunas tarjetas de memoria que vio el equipo del citado medio eran públicas desde 2013, al tiempo que las últimas datan de abril de este año. Sin embargo, todas ellas desaparecieron de Internet después de que los periodistas se dirigieran a la OTAN y a los militares estadounidenses para comentarios al respecto.