A tres años del llamado Culiacanazo, como se identificó a la captura y posterior liberación del narcotraficante Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en la capital de Sinaloa, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) intentó mejorar su imagen, revelaron documentos hackeados por Guacamaya Leacks.

Un documento identificado como Plan Estratégico de la Dirección General de Comunicación Social, refiere que la Sedena utilizó un inédito programa de comunicación e imagen con indicadores medibles y participación de militares en telenovelas, series y documentales en junio de 2020, meses después del Culiacanazo.

Señalan que la Sedena enlistó decenas de actividades como garantizar que militares participen en telenovelas, series y documentales, así como realizar actividades inusuales para redes sociales, conocidas como flashmobs.

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Y revelan que la institución se quiso ubicar como la más confiable, cercana y respetada por la sociedad, incluso más que la Secretaría de Marina.

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