El excandidato presidencial Fernando Olivera desató un nuevo escándalo, en medio de la crisis postelectoral que enfrenta Perú, al dar a conocer una serie de audios en los que Vladimiro Montesinos, quien fuera el poderoso asesor del expresidente Alberto Fujimori, conspira para que Keiko Fujimori sea declarada a toda costa como ganadora de la segunda vuelta frente a Pedro Castillo, incluso a través del pago de sobornos a funcionarios electorales.
La reaparición de Montesinos provocó una oleada de reacciones, porque ha sido uno de los personajes políticos más influyentes y, al mismo tiempo, más repudiados del país sudamericano, ya que aprovechó su cargo como jefe del Servicio de Inteligencia y su cercanía e influencia con Fujimori para cometer todo tipo de crímenes y encabezar la violenta represión social que padeció el país de 1990 a 2000.
Más allá de su contenido, los audios son cuestionables en sí mismos, ya que se supone que Montesinos, de 76 años, no tiene acceso a teléfonos en la Base Naval de Callao, en donde cumple condenas por secuestro, homicidio, desaparición forzada, tráfico de armas y asociación ilícita.
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Olivera, quien fue candidato presidencial en 2001 y 2016, intentó competir nuevamente este año, pero el Jurado Nacional de Elecciones invalidó su postulación por irregularidades en su registro.
Ahora sorprendió al sumar una nueva y controvertida acusación que empaña aun más el panorama político de Perú, en momentos en que Fujimori se resiste a aceptar los resultados oficiales que confirman su derrota frente a Castillo, a pesar de que la transparencia del proceso ya ha sido validada por Estados Unidos, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos.
‘Vladiaudios’
En los audios que presentó ante la prensa, Montesinos habla sobre las impugnaciones de Fujimori con respecto al conteo de votos durante la segunda vuelta del pasado 6 de junio y le explica a un interlocutor –que ha sido identificado como el coronel retirado Pedro Rejas Tataje– que hay formas de influir en el Jurado Nacional de Elecciones, que tendrá la última palabra sobre los comicios.
“Tienes que echar un poco de gasolina. Tú me entiendes, ¿no?”, dice al indicarle que busque a un tal “Guillermo” para que vea “cómo mueve la vaina”. Ese hombre sería Guillermo Sendón, un político que ha saltado por diversos partidos pero que siempre ha simpatizado con el fujimorismo y quien supuestamente tiene cercanía con los funcionarios electorales a los que se podría manipular para que ayuden a Fujimori.
Luego, en alusión a posibles sobornos, Montesinos le pide a Rejas Tataje que organice una reunión personal con Sendón para explicarle el tipo de apoyo que necesitan. “Él te va a decir: ‘hay tanto y cancelar ese tanto’. Manejas tú con él en forma directa ese tema (…) Él puede ayudar bastante bien y si se logra eso, se gana”, señala al darle él mismo el número telefónico al que debe comunicarse.
Más adelante, Montesinos se queja porque antes de la segunda vuelta “no se hizo el trabajo planeado” y acusa que quienes rodean a Keiko Fujimori “son unos huevones” y “van a perder todo por imbéciles”.
En una grabación, Sendón le dice a Rejas Tataje que ya ha hablado con Luis Arce Córdova, el miembro del Jurado Nacional Electoral que desató una crisis institucional al renunciar sorpresivamente a su cargo en medio del conflicto postelectoral y dejarlo sin quórum para tomar decisiones.
Según Sendón, puede garantizar que tres de los cuatro miembros del órgano votarán a favor de Fujimori a cambio del pago de un millón de dólares cada uno. El único que no está incluido en las previsiones de corrupción es el presidente del JNE, Jorge Salas Arenas.
Sendón intentó desligarse de las maniobras a través de un mensaje en redes sociales en el que aseguró que solo le siguió la corriente a Rejas Tataje para comprobar que el fujimorismo quiere hacer fraude.
En otra llamada, Montesinos insiste con Rejas Tataje que se están quedando sin tiempo para que el JNE acepte las impugnaciones y menciona que una de las posibilidades es hablar con la Embajada de EE.UU.
“Pero han debido manejar esto de otra forma. Todavía se puede hacer lo de la embajada, como te estoy explicando (…) pero tú hazle entender al papá o a la chica (Alberto o Keiko), no sé, pues, con quien hables, que no quiero contaminarme. Estamos tratando de ayudar en un objetivo común. ¿Yo qué gano en esto? Nada. No me interesa y tampoco jamás les voy a pedir nada, simplemente estoy tratando de ayudar porque si no, se joden, la chica (Keiko) terminará presa… esa es la situación”, advierte.
El escándalo, que derivará en nuevas investigaciones penales, ya fue bautizado como los ‘vladiaudios’, en recuerdo de los ‘vladivideos’, un caso que conmocionó a los peruanos y a la comunidad internacional a partir del año 2000, cuando comenzaron a salir a la luz cientos de videos secretos que Montesinos grababa cuando entregaba sobornos a políticos y empresarios para después chantajearlos.