El nuevo ministro francés de Solidaridad, Damien Abad, recién nombrado para el nuevo gobierno, después de verse obligado a dimitir de su partido, los Républicains, ya está en problemas por unas denuncias de violencia sexual que se remontan a 2010 y 2011 reveladas inmediatamente después de su designación por el sitio de información de Mediapart.

Abad negó las afirmaciones “con la máxima fuerza”.

Según Mediapart, dos mujeres acusan a Abad, de 42 años, de violarlas en 2010 y 2011.

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Una de ellas lo denunció, pero el asunto se cerró en 2017.

Para Mediapart, tanto el partido République en Marche, los Républicains, como la Fiscalía de la República, recibieron pocos días antes del nombramiento como ministro de Abad “un informe del Observatorio de las Violencias Sexistas y Sexuales”, una instancia creada por colectivos de feministas en el origen del movimiento #meTooPolitique.

El informe, relacionado con la supuesta violencia sexual, fue rechazado de manera contundente por Abad, exlíder de los Républicains en la Assemblée Nationale, el cual “niega haber ejercido cualquier forma de coerción sobre una mujer. Contexto – continúa en un comunicado de prensa – cualquier abuso de poder ligado a las funciones que ejerzo. Las relaciones sexuales que he podido tener a lo largo de mi vida han sido siempre de mutuo acuerdo”.

Y añadió: “estas acusaciones se refieren a actos o gestos que simplemente me serían imposibles por mi handicap”.

Abad padece una rara enfermedad, la artrogriposis, que obstruye las articulaciones y reduce la movilidad: “el acto sexual -añadió- sólo puede realizarse con la asistencia y benevolencia de mi pareja”.

En 2012, Abad fue el primer político discapacitado elegido para la Assemblée Nationale.

Una de las dos mujeres que la acusan, de 41 años, relata hechos que se remontan a una tarde de 2010, cuando supuestamente Abad le ofreció una copa de champán en un bar.

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La mujer sostiene haber tenido un “apagón total” en ese momento y haber “despertado a la mañana siguiente en una habitación de hotel cerca del bar” con “ropa íntima” y en un “profundo estado de shock y náuseas”.

La otra mujer, una exmilitante de centro de 35 años, contó que a principios de 2011, tras conocer a Abad en 2009 y ser “cortejada por él a través de mensajes de texto”, lo vería una noche en París. Habrían tenido una relación sexual que fue consentida al principio, pero luego no más. En ese punto habrían intervenido actos de “no respeto, de intimación y de insistencia”.

Interrogada al respecto, la primera ministra Elisabeth Borne dijo hoy que había descubierto la existencia de estas acusaciones en Mediapart: “Les puedo asegurar que si hay nuevos elementos, si se volviera a hacer justicia en el caso, sacaríamos todas las consecuencias”. Sobre la violencia sexual, agregó, “no hay ninguna impunidad”.

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