Más de 1,800, 000 electores guatemaltecos eligieron a Giammattei, un exdirector penitenciario de 63 años y líder conservador que competía por cuarta vez a la presidencia. Sandra Torres, su contendiente, obtuvo el apoyo de más de 1,2 millones de votantes. Los comicios se caracterizaron por una baja participación: se calcula que los votantes no superaron el 50 por ciento del padrón electoral.

“La población consciente está sintiendo una profunda apatía y frustración porque sabe que las elecciones son una farsa”, dijo Irma A. Velásquez Nimatuj, antropóloga y periodista en una entrevista antes de la votación.

El nuevo mandatario tendrá que enfrentar la desigualdad, pobreza y violencia que ocasionan la migración de decenas de miles de guatemaltecos, así como las presiones del gobierno de Donald Trump para el cumplimiento del acuerdo que obligaría a los migrantes que pasan por Guatemala a solicitar asilo allí en vez de continuar hacia Estados Unidos.

Los expertos advierten que la eliminación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala aumentará la corrupción e impunidad del crimen organizado.

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