El empresario Alonso Ancira negó este martes, ante un juez español, los delitos de corrupción y lavado de dinero, de los que es acusado en México, y alegó que se trata de una persecución política.
Ancira rechazó nuevamente ser entregado a las autoridades mexicanas, por lo que el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz fijará una fecha para que un tribunal resuelva si se cumplen los requisitos para su extradición, informaron fuentes jurídicas a EFE.
El empresario fue detenido el 28 de mayo en el aeropuerto español de Palma, en la isla mediterránea de Mallorca, y ya se negó entonces a ser extraditado, al tiempo que pidió su libertad.
En ese momento ingresó a la cárcel por orden de Pedraz, que un mes más tarde le impuso una fianza de un millón de euros para recuperar su libertad.
El juez impuso entonces a Ancira, que también posee la nacionalidad estadounidense, comparecencias en el juzgado cada dos días, prohibición de salir de España y retirada del pasaporte.
En México enfrenta acusaciones por delitos que causaron “grave daño patrimonial” a la compañía estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), informó la Fiscalía General de Justicia (FGR).
Los delitos que se le atribuyen están relacionados con el supuesto sobreprecio de unos 500 millones de dólares en la venta de una planta de fertilizantes a Pemex en 2013, cuando esta empresa era dirigida por Emilio Lozoya Austin, sobre quien también pesa una orden de captura.
Con información de EFE