Emilio Lozoya Austin, ex director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), dio una entrevista a Quinto Elemento Lab desde el lugar en el que se esconde de la Fiscalía General de la República (FGR), mientras que el dueño de Altos Hornos de México (AHMSA) habló frente a un juez en España.

El ex funcionario aseguró que las acusaciones formuladas en su contra son “un ataque político cobarde y sin fundamentos” para él y su familia. “Es un ataque político cobarde y sin fundamentos contra mí y mi familia, en ningún momento como funcionario público ni yo ni mi familia recibimos dinero alguno de empresas o personas, de tal forma niego cualquier acusación de corrupción”.

De acuerdo con la información difundida ayer martes, Emilio Lozoya dio respuesta a un cuestionario de nueve preguntas que le hicieron llegar el diario alemán Süddeutsche Zeitung y el medio suizo Tamedia, como parte de una investigación periodística realizada en conjunto con Quinto Elemento Lab.

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Las declaraciones se hicieron llegar a través de su abogado, Javier Coello Trejo, el pasado sábado 27 de julio, es decir, tres días después de que agentes de la Interpol detuvieran a su madre, Gilda Margarita Austin y Solís, en Alemania.

“A mi madre se le acusa de que haya recibido dinero de alguna cuenta mía antes de que yo fuera funcionario público, ¿qué clase de delito es ese?”, dijo el ex encargado de la petrolera mexicana, quien es investigado por asociación delictuosa, operaciones con recursos de procedencia ilícita y cohecho, ligados con el caso de corrupción Odebrecht.

Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), dan a conocer hoy que en el rastreo financiero realizado en Europa, las autoridades mexicanas localizaron domicilios atribuidos al ex director de Pemex en Ginebra, Suiza, y en Nueva York.

La Fiscalía también identificó que Lozoya aportó un domicilio en Nueva York en operaciones realizadas en la empresa JF Holding SA, constituida en Luxemburgo y en la que el ex director de Pemex participó como accionista.

El empresario mexicano Alonso Ancira, conocido en su país como “el rey del acero”, negó este martes, ante un juez español, los delitos de corrupción y blanqueo, de los que es acusado en su país, y alegó que se trata de una persecución política.

Ancira, reclamado por México, se volvió a negar a ser entregado, así que el Magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz fijará una fecha para que un tribunal resuelva si se cumplen los requisitos para su extradición, informaron fuentes jurídicas a Efe.

El empresario fue detenido el 28 de mayo en el aeropuerto español de Palma, en la isla mediterránea de Mallorca, y ya se negó entonces a ser extraditado, al tiempo que pidió su libertad.

En ese momento ingresó en prisión por orden de Pedraz, que un mes más tarde le impuso una fianza de un millón de euros para salir de la cárcel. El empresario pagó esa cantidad y quedó en libertad el 1 de julio.

El juez impuso entonces a Ancira, que también posee la nacionalidad estadounidense, comparecencias en el juzgado cada dos días, prohibición de salir de España y retirada del pasaporte.

En México se enfrenta a acusaciones por delitos que causaron “grave daño patrimonial” a la compañía estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), según la Fiscalía.

Los delitos que se le atribuyen están relacionados con el supuesto sobreprecio de unos 500 millones de dólares en la venta de una planta de fertilizantes a Pemex en 2013, cuando esta empresa era dirigida por Emilio Lozoya Austin, sobre quien también pesa una orden de captura.

Con información de SinEmbargo y EFE 

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