El príncipe Carlos no tiene dudas sobre su hermano Andrés, el duque de York apartado de la Casa de Windsor por su implicación en el escándalo sexual del financista Jeffrey Epstein, y tienen en claro que nunca más volverá a tener roles reales.

The Sun on Sunday lo escribió en exclusiva ayer, y detalla que el heredero al trono respondió así a las hijas de Andrés, Beatrice (34 años) y Eugenie (32), que le habían suplicado que le levantara la deshonrada y se regresara a su padre a la realeza a pleno.

“No hay ninguna posibilidad”, respondió tajante el futuro rey a las jóvenes princesas, según fuentes anónimas bien informadas citadas el domingo por la prensa británica.

El príncipe de Gales, de 73 años, está “decidido” a respetar la decisión de la reina Isabel II de privar a Andrés de sus funciones reales y del título de HRH (Su Alteza Real).

Según las fuentes, Carlos recibió a Beatrice y Eugenie en su casa en la finca Birkhall en Aberdeenshire, Escocia. Y unos días antes había tenido una “reunión de negocios”, en la propia finca, con el propio príncipe Andrés.

El heredero al trono escuchó a los tres, pero sus súplicas “cayeron en saco roto” y según una de las fuentes “no hay cambio” en el statu quo.

Como se sabe, Andrés fue relegado definitivamente al llamado “desierto real” por la reina Isabel II en enero, tras una serie de bochornosas disputas que le llevaron a pagar millones de dólares en febrero para cerrar el caso con Virginia Giuffre, la mujer que accionó en la Justicia de Estados Unidos contra él por cargos de acoso sexual cuando era menor de edad.

El tercer hijo y descendiente predilecto de la reina llegó, finalmente, a un acuerdo económico para poner fin a un asunto que causó un profundo bochorno a la corte inglesa, y lo señaló como un abusador de Giuffre con la complicidad de Jeffrey Epstein.

Una historia que la anciana monarca no está dispuesto a olvidar.

La prensa británica indicó que toda su familia, Beatrice, Eugenie y la ex esposa de Andrew, Sarah Ferguson, de 62 años, están del lado de Andrés en esta seguidilla de intentos de obtener un “perdón” de la corona.

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Una fuente ha asegurado a The Sun que “Andrés quiere y necesita desesperadamente algo que hacer con su vida” y añadió que “los últimos años desde que renunció después del proceso judicial por el caso Epstein han pasado factura y perder sus roles reales lo ha dejado casi sin nada”.

Su familia está unida, por lo que es natural que Beatriz y Eugenia quieran involucrarse. Solo han tratado de cuidar a su padre y este último paso muestra lo intenso que se está volviendo todo, señaló el periódico. 

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