Con el rechazo del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, el pleno del Senado de la República aprobó en lo general, este jueves, la reforma que definirá la estructura institucional del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, modificando la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

Los cambios avalados con 72 votos a favor, 46 en contra y cero abstenciones, después de cuatro horas de discusión, restan facultades a la Secretaría de Gobernación, crea a la Secretaría de Seguridad Pública, establece la figura de los llamados súper delegados, transforma la Sedesol en Secretaría de Bienestar, entre otras atribuciones que se concentran en la Presidencia y la Secretaría de Hacienda.

En el caso de la Secretaría de Gobernación (Segob), pierde facultades de seguridad, protección civil y de inteligencia en materia delictiva, para transferirlas a la nueva Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, que tendrá facultades de coadyuvancia con los estados y municipios, en un esquema similar al mando único policial.

Con esta también desaparecería el CISEN y da nacimiento al Centro Nacional de Inteligencia, que tendrá en sus funciones la operación del Sistema Nacional de Protección Civil, entre otras.

En este momento se lleva a cabo la presentación, discusión y votación de más de 40 reservas, para proponer la modificación de varios artículos del dictamen. Sin embargo, la bancada panista advirtió que, de aprobarse, presentará una acción de inconstitucionalidad para eliminar la figura de los “súper delegados”, para defender el respeto al federalismo mexicano y la autonomía de las entidades federativas.

En tanto, el grupo parlamentario del PRD rechazó también dicha figura, que serán los titulares de las Delegaciones de Programas para el Desarrollo; y advirtió también del posible control de los medios públicos.

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