El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprovechó este domingo su asistencia a la cumbre de Asia Oriental en Camboya para reunirse con sus aliados en la región y hacer un frente común ante la guerra de Ucrania y la hegemonía de China.

Biden se reunió hoy con los mandatarios de Australia, Japón y Corea del Sur en Nom Pen, donde se celebró la cumbre y algunas reuniones bilaterales en el marco del encuentro de líderes anual de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

La división se hizo visible en la cumbre de Asia Oriental, donde los mandatarios de la región no acordaron un comunicado final conjunto debido a que Rusia se opuso a un “lenguaje inaceptable” sobre la guerra de Ucrania, según dijo el ministro de Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, tras asistir al encuentro.

Guerra de Ucrania y China

Durante la cumbre, Biden condenó la invasión rusa de Ucrania y afirmó que Estados Unidos competirá “vigorosamente” con China y hablará de los abusos de los derechos humanos en el gigante asiático, al tiempo que mantendrá la comunicación abierta para evitar un conflicto, según un comunicado de la Casa Blanca.

El presidente estadounidense agregó que considera muy importante mantener la estabilidad y la paz en Taiwán, un territorio “de facto” independiente que es aliado de Estados Unidos y que Pekín considera una provincia rebelde.

Además, Biden pidió más presión para que la junta militar birmana implemente los conocidos como cinco puntos de consenso de la ASEAN, que incluye el cese de la violencia, libere a los prisioneros políticos y permita el retorno de la democracia.

También defendió la legalidad internacional para la libertad de navegación en el mar de China Meridional, donde Pekín mantiene un litigio soberanista con varios países como Vietnam y Filipinas, y expresó su preocupación por la amenaza de Corea del Norte y sus pruebas con misiles.

Reuniones con aliados

Tras la cumbre, Biden se reunió con el primer ministro australiano, Anthony Albenese, con el que abordó sus intereses comunes en el Indopacífico, donde ambos países tienen una alianza de seguridad junto con el Reino Unido conocida como AUKUS, que ha sido criticada por China.

En declaraciones a los medios, Albanese destacó la “estrecha relación” que tiene con Biden, con el que abordó el AUKUS y la importancia de las medidas sobre el cambio climático y las cadenas de suministro.

Tras su encuentro con Albanese, Biden mantuvo reuniones bilaterales con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y con el presidente surcoreano, Yoon Suk–Yeol, así como una reunión trilateral con ambos mandatarios asiáticos.

“Japón y la República de Corea (Corea del Sur) son aliados centrales para los Estados Unidos”, dijo el mandatario estadounidense, quien precisó que la relación es más importante que nunca dado el comportamiento “desafiante” de Corea del Norte, según un comunicado de la Casa Blanca.

En este sentido, Yoon recordó que, desde que asumió su cargo en mayo, Corea del Norte ha lanzado unos 50 misiles.

Los tres dirigentes dialogaron también sobre la interrupción de las cadenas de suministro, el mantenimiento de la estabilidad en el estrecho de Taiwán y una acción coordinada frente a la guerra de Ucrania.

Reacción de Rusia

Por otro lado, antes de subir en el avión para partir al G20 en Bali, Indonesia, el ministro de Exteriores ruso acusó a Estados Unidos y sus aliados de buscar “militarizar” la región de Asia-Pacífico para “contener los intereses de China y Rusia”.

En su opinión, “Estados Unidos y su socio, Reino Unido, tratan de arrastrar a otros países como Nueva Zelanda, Canadá y Japón (…) y promocionan actividades para organizar actividades navales”.

Aunque la rivalidad comercial y geoestratégica de EU y China es palpable, Biden se refirió a que hay “pequeños malentendidos” entre él y su homólogo chino, Xi Jinping, y que su reunión prevista mañana en Bali servirá para trazar “líneas rojas”.

El primer ministro chino, Li Keqiang, no realizó declaraciones, pero mantuvo breves encuentros informales por separado con su homólogo japones y con el mandatario australiano durante la cumbre en Nom Pen, dejando entrever una voluntad de diálogo constructivo.

“Anoche, el diálogo fue muy positivo con Li y le doy las gracias por ello”, dijo a los periodistas Albanese, que calificó el encuentro durante una cena de gala de “constructivo y positivo”.

El primer ministro camboyano, Hun Sen, cuyo país preside este año la ASEAN, manifestó en conferencia de prensa que la cumbre de Asia Oriental fue un “piedra ardiente”, en relación a las divisiones entre los países, pero despejó posibles sospechas de boicot porque Biden llegó tarde.

Al comienzo de esa cumbre en la que también participaba Lavrov, la silla de Biden apareció vacía, lo que dio lugar a especulaciones, aunque el presidente estadounidense se unió más tarde y participó en la reunión.

Según el mandatario camboyano, Biden se retrasó unos minutos porque tuvo que atender a los medios para comentar los resultados en las elecciones de su país.

La ASEAN, fundada en 1967, está formada por Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Vietnam y Birmania (Myanmar), aunque esta última no cuenta con representante en esta cumbre porque la junta militar ha si

En la cumbre de Asia Oriental participan los países de la ASEAN, así como Estados Unidos, China, Rusia, Japón, Corea del Sur, India, Australia y Nueva Zelanda.

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