La noticia cayó como un balde de agua fría en torno a una de las parejas más ricas del mundo, ligadas también por una larga alianza sobre todo en materia filantrópica, un compromiso que ambos llevaron adelante a través de su fundación.
“Hemos tomado la decisión tras muchísimas reflexiones y luego de haber hecho un gran trabajo sobre nuestra relación”, dice el comunicadp publicado por la pareja.
“Durante 27 años criamos tres hijos increíbles y construimos una fundación que trabaja en todo el mundo con el objetivo de permitir a todas las personas que tengan una vida sana y productiva”, agregaron ambos, de 65 y 56 años respectivamente, asegurando que seguirán trabajando juntos en ese compromiso.
Luego pidieron a todos que respeten su espacio y privacidad en el momento en que se encaminan hacia una nueva vida.
La noticia llegó apenas un año después de la separación de otra pareja multimillonaria, la del fundador y número uno de Amazon, Jeff Bezos, y su exesposa MacKenzie Scott.
En ese caso había en el medio otra mujer, Lauren Sanchez, un rostro conocido de la televisión.
Poco se sabe, en cambio, de la vida privada de los Gates.
El año pasado, Bill Gates había renunciado al directorio de Microsoft, precisamente mientras arreciaba la pandemia, y dedicó casi todo su tiempo a las actividades de la fundación encabezada junto con su mujer desde el año 2000.
La pareja se había conocido precisamente en Microsoft, donde Melinda desempeñaba el papel de gerente de Marketing.
El patrimonio de la familia Gates es inmenso.
La riqueza del fundador de Microsoft asciende a 133.000 millones de dólares a enero de 2021, y la de su mujer a 70.000 millones.
El restante 1% de acciones que posee la pareja en Microsoft, además, vale más de 7.000 millones de dólares, mientras la fundación Bill y Melinda Gates posee activos por un valor de más de 50.000 millones de dólares.