Funcionarios de Wuhan y China, donde presuntamente se originó el nuevo coronavirus, mintieron sobre las tasas de infección, pruebas y número de muertes, “temerosos de que si informan, perderán su posición o algo peor”, afirmó la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
De acuerdo a un reporte retomado por medios locales este viernes, la CIA advirtió desde principios de febrero a la Casa Blanca que Beijing subestimaba enormemente sus cifras y no se debía confiar en las mismas para realizar modelos predictivos en el combate del COVID-19.
Hasta ahora, y según fuentes del The New York Times, los funcionarios de inteligencia no han podido obtener números precisos a través de sus “esfuerzos de recolección”, pese a la petición del gobierno estadunidense para “priorizar la recopilación de información” sobre China.
Bloomberg News informó por primera vez el reporte de la agencia sobre los datos duros imprecisos arrojados por las autoridades chinas. Incluso medios asiáticos han dicho que el conteo de muertes, tan solo en Wuhan, podría ser de cinco mil o más, es decir, el doble del número oficial.
El propio asesor de seguridad nacional estadunidense, Robert C. O’ Brien, ha evitado hablar sobre el informe de la CIA, al decir que Washington “no estaba en condiciones” de confirmarlos, aunque señaló que las cifras chinas han sido cuestionadas.
“Virus chino”
Luego de que diplomáticos chinos especularon que el coronavirus se originó en un laboratorio del Ejército de los Estados Unidos y otras teorías, el presidente estadunidense, Donald Trump, tomó represalias al referirse a la enfermedad como “virus chino”.
Sin embargo, tras una llamada telefónica realizada la semana pasada entre el ejecutivo estadunidense y su homólogo chino, Xi Jinping, las voces y rumores se han atenuado, asegura The New York Times.
“Los números parecen ser un poco ligeros, y estoy siendo amable cuando digo eso, en relación con lo que presenciamos y lo que se informó, pero lo discutimos con él…No soy un contador de China”, dijo Trump.
Esta disputa diplomática en torno a la pandemia podría ser otro episodio en medio de las tensiones que han sostenido en los últimos meses por llegar a mayores acuerdos comerciales entre ambas naciones, así como la competencia global por establecer la infraestructura necesaria para la Red de Quinta Generación (5G), que este año estaba planeada para ampliarse.