La cumbre de los líderes del Grupo de los Siete (G7) países más industrializados comenzó este sábado en la ciudad francesa de Biarritz, en medio de tensiones políticas y comerciales y las protestas de miles de manifestantes.

Los dirigentes del G7 se reúnen este sábado en el sur de Francia bajo un clima de tensión, en una cumbre en la que abordarán entre otros temas la escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la salida de Reino Unido de la Unión Europea, proceso conocido como Brexit, y los grandes incendios en la Amazonía.

Más de 13 mil 200 policías fueron desplegados tanto en la ciudad balneario como en los alrededores de esta localidad, situada a 30 kilómetros de la frontera con España, para garantizar la seguridad de los líderes de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y Japón, que se reunirán del 24 al 26 de agosto en el emblemático Hotel du Palais.

Mientras tanto, miles de manifestantes anticapitalistas y altermundialistas comenzaron la mañana de este sábado una marcha de Hendaya, al sur de Biarritz, hasta Irún, en España, en una movilización a los que se unirán militantes vascos y en la que esperan también reunir a un total de 10.000 personas.

Además, se espera que acudan los “chalecos amarillos” más radicales y varios grupos críticos contra la globalización. La concentración principal de los opositores a la cumbre está programada para este sábado a la hora del almuerzo, incluso antes de que los líderes del G7 se reúnan para una cena informal.

Los primeros enfrentamientos entre manifestantes y policías estallaron el viernes por la noche en Urruña, una localidad al sur de Biarritz, donde 17 personas fueron detenidas y cuatro agentes resultaron levemente heridos, según reportó la emisora Radio Francia Internacional.

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