Las comisiones de la verdad son soluciones extraordinarias para problemas extraordinarios, aseveró el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío Díaz.

El también integrante de El Colegio Nacional dijo que en una sociedad como la mexicana la mayor parte de los conflictos se tiene que seguir resolviendo mediante sus cauces establecidos por la Constitución y las leyes.

“Abrir nada más comisiones de la verdad, sin corregir el sistema de justicia, es otra vez generar excepciones”. Es no darse cuenta dónde están los verdaderos problemas —prosiguió— y simplemente es generar estas condiciones que luego generan muchas expectativas.

Desde la visión del ministro de la Corte, una comisión de la verdad suele hacer señalamientos históricos. Es decir, que “a juicio de esta comisión pasó esto y pasó el otro, pero de ahí no necesariamente se generan consecuencias, porque la comisión de la verdad no tiene funciones acusatorias”.

Una comisión de la verdad no puede llevar a personas a procesos, recordó el jurista.

Por ello, enfatizó que esas figuras tienen sentido para fenómenos históricos respecto de los cuales es difícil que la justicia ordinaria pueda actuar.

“Ahí sí, pero es difícil que quiera sustituir (una comisión) a los tribunales, porque todo esto va simplemente generando más excepciones y al final no estamos corrigiendo ni estamos atendiendo los verdaderos problemas”, expresó.

Si pensamos ¿por qué queremos abrir comisiones de la verdad? —continuó el ministro—, la respuesta es: porque en su momento las instituciones formales no funcionaron.

Sin embargo, alertó que si eso ocurre, entonces se seguirá desplazando a las instituciones formales. Entonces “no estamos regresando al origen del problema. Eso es lo que a mí me preocupa mucho”.

Expuso que él no es nadie para ponerse en contra de las comisiones de la verdad, pero destacó que se trataría de medidas excepcionales y que lo que tenemos que resolver es la justicia de todos los días, en la que muchas personas o no acceden o acceden tan mal que resultan más lastimadas de lo que estaban.

Por otra parte, el ministro planteó que hay que tener mucho cuidado con conceder amnistías. “Amnistiar o perdonar personas no es un asunto simple”.

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