La idea de enviar las Fuerzas Armadas de EE.UU. a México para combatir el tráfico de fentanilo, que mata a más de 70.000 ciudadanos al año, está ganando cada vez más partidarios entre los republicanos.
En enero pasado, los congresistas republicanos Dan Crenshaw y Michael Waltz presentaron una moción al Congreso para que se autorizara el uso del Ejército del país norteamericano contra “los responsables” en México del tráfico de drogas. Mientras, Donald Trump, que busca volver a la Casa Blanca en 2024, ha solicitado a sus asesores políticos que elaboren “planes de batalla” para lidiar con los cárteles mexicanos.
En tanto, varios políticos han llamado a la Administración Biden a calificar a los grupos del narcotráfico mexicano como organizaciones terroristas, entre ellos William Barr, titular de la Fiscalía durante el Gobierno de Trump.
Voces en contra
Esos llamamientos han dejado mal sabor de boca no solo en México: también los medios de comunicación estadounidenses han criticado la iniciativa, tildándola de contraproducente.
Dos columnistas de Los Angeles Times, Jason M. Blazakis y Colin P. Clarke, señalaron en un artículo que la propuesta podría aumentar las tensiones entre ambas naciones, obstaculizando aún más las relaciones en medio de la actual crisis fronteriza. En lugar de eso, ambos periodistas abogan por centrarse en contrarrestar la capacidad de los cárteles de la droga para obtener ganancias, así como en desarrollar mejores políticas nacionales para tratar la adicción.
“Si pensabas que Irak fue una mala situación, espera hasta que invadas un país en nuestra frontera”, dijo un asesor republicano de la Cámara de Representantes en el Congreso. “Nuestros nietos se enfrentarán a esto”, agregó.
Entre los líderes republicanos tampoco hay consenso al respecto. John Bolton, quien fue el tercer asesor de Seguridad Nacional durante la Administración Trump y ahora está considerando presentarse como candidato republicano para las presidenciales, declaró que las operaciones militares unilaterales “no van a resolver el problema”.
Por su parte, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, si bien dijo “estar evaluando” la propuesta del uso de la fuerza militar, afirmó “estar preocupado por las implicaciones en materia de inmigración y las relaciones bilaterales con México”, de acuerdo con fuentes citadas por Politico.
No obstante, el “entusiasmo” de algunos republicanos por legislar abiertamente o aceptar el uso de las fuerzas armadas en México sugiere que dicha idea está echando raíces más firmes dentro del partido, escribe el medio.
Reacción de México
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, advirtió en marzo que abogará por llamar a votar en contra de los republicanos en EE.UU., si los legisladores de ese partido no cesan en su deseo de pedir una intervención estadounidense en su país.
“Si no cambian de actitud y piensan que van a utilizar a México con sus propósitos propagandísticos, electoreros, politiqueros, nosotros vamos a llamar a que no se vote por ese partido por intervencionista, inhumano, hipócrita y corrupto”, aseveró.
Postura de los demócratas
Por su parte, el presidente Joe Biden se opone a la intervención militar en el país vecino y rechaza la designación de los cárteles como terroristas, alegando que tal acción no le otorgaría a su gobierno “ninguna autoridad adicional que no tengamos ya”, señaló la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson.
Asimismo, sostuvo que la Administración Biden se compromete a trabajar con el Congreso en la modernización de las tecnologías de Aduanas y Protección Fronteriza, además de incluir el fentanilo entre las drogas de la Lista 1, lo que impondría regulaciones más estrictas sobre su producción y distribución.