Aproximadamente un 30 % de las familias que han huido de Ucrania como consecuencia de la ofensiva rusa han pedido dinero prestado para cubrir sus necesidades básicas, indicó este viernes una encuesta organizada por la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR).
El estudio reveló que los niveles de endeudamiento están aumentando entre este colectivo debido a que más del 50 % de la población ucraniana desplazada sigue teniendo necesidades urgentes insatisfechas como la asistencia médica, el alojamiento o el empleo.
Dentro del país, este porcentaje asciende hasta el 55 % para la población de las provincias más afectadas por los bombardeos y combates, donde muchas casas están dañadas o destruidas y los suministros de agua, gas y electricidad son limitados.
En estas circunstancias, se ven obligados con frecuencia a asumir deudas o a aceptar empleos “mal pagados, marginales o peligrosos”, algo que también está teniendo un impacto cada vez mayor en la salud psicosocial y mental de los afectados, subrayó la federación en un comunicado.
“Muchas personas dentro y fuera de Ucrania han tenido que empezar de cero. Para los grupos marginados, como los ancianos, las necesidades se disparan aún más, ya que están más aislados y luchan por acceder a los servicios y a las oportunidades de obtener ingresos”, añadió la directora regional para Europa de la FICR, Birgitte Bischoff.
El estudio también indica que las familias pueden llegar a gastar más de una quinta parte de sus ingresos en el servicio de la deuda, lo que puede suponer una gran carga y fuente de ansiedad.
Sin embargo, el 60 % considera que el principal motivo de su estrés es la situación general en Ucrania, mientras que casi la mitad de las personas encuestadas han manifestado estar ansiosas por el futuro incierto al que se enfrentan ellos y sus familias.
En total, unos 10 millones de ucranianos se encuentran desplazados desde que comenzara la invasión rusa sobre Ucrania en febrero de 2022, de los cuales 3,7 millones buscaron refugio dentro del propio país y otros 6,3 millones lo hicieron en países vecinos.
Para hacer frente a esta situación, la federación tiene en marcha un programa de ayuda en efectivo que ya ha suministrado dinero a 1,1 millones de personas y que se ha convertido en la principal fuente de ingresos del 37 % de los hogares ucranianos en el extranjero.
No obstante, a pesar del gran alcance que han tenido estas ayudas, Bischoff recordó que las necesidades humanitarias en Ucrania persisten y denunció una disminución de la atención mundial, así como de los recursos destinados a la población afectada en el país.
“A pesar del increíble impacto que nosotros y otras organizaciones hemos tenido en el país, ahora no es momento de hacer la vista gorda”, concluyó.