El 1 de diciembre se celebra el Día Mundial del Sida. En los últimos 40 años, se calcula que unos 84,2 millones de personas han adquirido VIH, 200.000 de ellos en España. De esta cifra, cerca de 40 millones fallecieron de sida, 60.000 de los cuales en España, según los números que maneja la ONU. La estigmatización o el diagnóstico tardío siguen acechando a esta enfermedad, pero los enormes avances hacen pensar en una generación libre del virus en 2030.

En 1981 se detectaron los primeros casos de sida. Siete años después se empezó a celebrar el Día Mundial, el 1 de diciembre de 1988. Las cuatro décadas que la enfermedad lleva en el mundo están marcadas por «luces y sombras» en el recorrido por vencer esta pandemia; no en vano, empezó a conmemorarse bajo el lema «Silencio = Muerte». Cada año gira en torno a un tema diferente, y en 2022 el lema es “Igualdad Ya”. 

Con este eslogan se pone el foco en paliar las desigualdades para que todas las personas reciban la atención que precisan para tratar y prevenir el VIH. Se conmemora en todo el mundo con actividades de concienciación y su símbolo universal es un lazo rojo.

El VIH y el sida: cuáles son las diferencias

El concepto de VIH y sida a menudo se confunden, pero no son lo mismo: El VIH es el virus de inmunodeficiencia humana, que destruye las defensas y hace más fácil contraer enfermedades. Si no se trata, puede causar sida, que en realidad es un estado avanzado de la infección.

En estos 40 años, las nuevas infecciones y las muertes se han reducido un 50 % a nivel global, y el año pasado 28,7 millones de personas tenían acceso a tratamientos antirretrovirales, cuando en 2010 eran tan solo 7,8 millones.

10.000 globos en el cielo liberados por el Día Mundial de la Lucha contra el Sida

Unas 650.000 personas fallecieron a causa del sida en 2021 y un millón y medio de personas se contagiaron de la enfermedad el año pasado, según el informe anual del Programa de las Naciones Unidas de Lucha contra el VIH/sida (ONUSIDA).

La PrEP (profilaxis preexposición), la píldora preventiva del sida, está incluida en el Sistema Nacional de Salud español desde 2019, y ya está disponible en todas las comunidades para hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH), así como para personas transexuales y mujeres que ejercen el trabajo sexual y no usan habitualmente el preservativo.

En el XIII Congreso Nacional del Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), el principal foro científico sobre VIH en España, los doctores han denunciado la falta de detección temprana. «No hacemos suficientes test. Hay que entonar el mea culpa desde nuestro colectivo sanitario, pues muchos de los que acaban siendo diagnosticados habían pasado antes por consulta», ha señalado el doctor Arribas, del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

Los estigmas hacen que el propio personal sanitario pueda no ver como “potencial infectado de VIH” a los pacientes de mayor edad, a quienes no se hace test. 

En este congreso se ha denunciado que en un país desarrollado y con recursos debería aspirar a reducir al máximo el número de infectados. El presidente de SEIMC, Antonio Rivero, ha denunciado que España «siga siendo el único país del mundo desarrollado» sin la especialización de enfermedades infecciosas y ha apostado por que vía MIR se forme a nuevos médicos con esos conocimientos específicos, ya que en el actual contexto esas patologías «han venido para quedarse».

Un camino hacia menos estigma 

Un 48% de los españoles cree que el VIH y el sida son la misma cosa, según el Estudio Creencias y actitudes de la población española hacia las personas con VIH realizado por la Coordinadora estatal de VIH y sida (Cesida) y coordinado por Mª José Fuster, directora ejecutiva de SEISIDA.

Sin embargo, el mismo estudio recoge que casi el 90 % de los españoles tiene un mejor conocimiento del VIH y el sida y muestra una actitud de mayor aceptación y/o normalización hacía las personas que viven con el virus.

En él se recoge que un 95% de los españoles sabe cómo se transmite: compartiendo jeringuillas o cuchillas o teniendo relaciones sexuales sin preservativo, aunque solo un 22% incluye la transmisión mediante leche materna.  

En cuanto a los sentimientos negativos hacia personas con el VIH, solo un 10% estuvo de acuerdo con que las personas con VIH se lo merecen por haber usado drogas o haber tenido sexo.

De la misma manera, disminuyen las creencias erróneas sobre las vías de transmisión paulatinamente. Un 11 % piensa que compartir un vaso puede transmitir el VIH y un 21,3 %, que puede contagiarse por la picadura de un mosquito.

Por el contrario, aumentan los sentimientos positivos y no varía el grado de contacto bajo que la población tiene con personas con VIH. El deseo de segregación de las personas con el virus empezó siendo de un 20 % en el 2008, pasó a aproximadamente un 13 % en 2012, y ahora ronda el 8 %. 

Una iniciativa de Cesida llamada “Hazte la prueba” trabaja para conseguir lo que llaman reto del 90-90-90. El objetivo es que un 90% de personas con VIH conozca su diagnóstico, para que un 90 % reciban tratamiento antirretroviral y un 90% logren la indetectabilidad viral. 

En la actualidad, es posible hacerse la prueba en múltiples puntos de la geografía española que la iniciativa recoge en su página web. 

¿Una vacuna contra el VIH?

Con el precedente que ha sentado la veloz carrera hacia la vacuna de la COVID-19, son muchos los que se preguntan por el estado de esta cuestión. Como explicó José Alcamí a EFE, “frente al VIH no tenemos un modelo a imitar porque el sistema inmune es incapaz de controlar la infección”. 

Actualmente se están ensayando vacunas de neutralización poco amplia. También se están probando técnicas de edición génica en ratones y se ha podido destruir la parte del virus que se integra en el genoma de la célula infectada. Ahora se está estudiando esta técnica combinada con terapia de retrovirales. Estas técnicas aún no han salido de los laboratorios y tendrían que ser muy específicas para ser aplicadas en el ser humano. 

A pesar de esto, el año pasado aumentó el número de personas con acceso a medicamentos antirretrovirales. Por regiones, el este y el sur de África acumulan casi la mitad de los casos totales de sida en el mundo: 20,6 millones, de los cuales un 78 % tienen acceso a tratamientos con antirretrovirales.

El informe de la ONU subraya la desigualdad de género en la lucha contra el sida en las distintas regiones del mundo. En el África subsahariana, las jóvenes de 15 a 19 años tienen el doble de probabilidades de infección que los hombres del mismo grupo de edad. 

Con todo, el estado de la pandemia del sida, estigmatizante y silenciosa, es mejor ahora que hace décadas. El acceso a medicamentos ha aumentado y la sociedad se muestra cada vez más empática e inclusiva con los afectados.

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