La compañía biotecnológica Moderna, en colaboración con el Gobierno de EE.UU., comenzó este lunes uno de los ensayos más grandes del mundo para probar la efectividad de una vacuna experimental contra la COVID-19 en 30.000 voluntarios, que serán reclutados en 89 lugares del país.

Se trata de la primera vacuna experimental fuera de China que alcanza este punto crítico para comprobar su eficacia y seguridad antes de distribuirse en masa.

En una llamada con la prensa, el principal epidemiólogo de EE.UU., Anthony Fauci, explicó que la primera inyección de la vacuna experimental de Moderna fue administrada a un voluntario en Savannah (Georgia) a las 6.45 de la mañana de hoy (12.45 GMT).

De esta forma, la vacuna de Moderna entró en su fase 3, destinada a probar el remedio en una muestra amplia de la población. Moderna, con sede en Massachusetts, es la primera empresa estadounidense que ha alcanzado ese nivel en su investigación y la segunda en el mundo por detrás de la firma china Sinopharm.

En concreto, el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan, afiliado a Sinopharm, y la Academia China de Ciencias comenzaron en julio a probar su vacuna en 15.000 voluntarios con el apoyo de Emiratos Árabes Unidos (EAU).

LA MITAD RECIBIRÁ UN PLACEBO

En EE.UU., la vacuna de Moderna se probará en 30.000 voluntarios, que recibirán dos dosis de la vacuna con 28 días de diferencia. De todos los participantes, la mitad recibirá una inyección de un placebo para poder hacer una evaluación estadística de la efectividad de la vacuna, detalló Fauci.

Ni los voluntarios ni los médicos que administran la vacuna tendrán información sobre quién recibe el placebo y quién la vacuna.

“Es un récord mundial para nosotros el haber sido capaces de pasar de la secuenciación (del virus SARS-CoV-2) a la fase 3 de una vacuna en tan poco tiempo. No se había hecho nunca antes”, explicó Fauci, quien aseguró que este proceso, que solo ha llevado unos 6 meses, no ha comprometido el rigor científico ni la seguridad de los ensayos.

Una vez que los voluntarios sean vacunados, los expertos analizarán posibles efectos secundarios y la efectividad de la vacuna, sobre todo, si puede prevenir los casos más severos del COVID-19 y cuánta dosis son necesarias para asegurar una respuesta inmune.

Uno de los desafíos a los que se enfrentan los investigadores es conseguir suficientes voluntarios en las zonas del país y en lo segmentos de población más afectados por la pandemia para poder tener una muestra representativa de la población, detalló Fauci.

OTRAS TRES VACUNAS EXPERIMENTALES

En la misma conferencia de prensa, el director de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), Francis Collins, explicó que otras tres compañías (Johnson & Johnson, Novavax y AstraZeneca) empezarán pronto la fase 3 de sus ensayos y necesitarán cada una 30.000 voluntarios.

Todas ellas forman parte de la operación “Warp Speed” (velocidad de la luz), lanzada por el Gobierno estadounidense para promover el desarrollo y asegurarse tratamientos y vacunas contra la pandemia de COVID-19 en 2021.

Se espera que una cuarta vacuna, desarrollada por Pfizer y BioNTech, empiece su fase 3 este mes, aunque no forma parte de ese programa federal, detalló Collins.

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EL COMPONENTE ELECTORAL DE LA VACUNA

Entretanto, Fauci explicó que las conclusiones sobre la efectividad de la vacuna experimental de Moderna podrían llegar “a comienzos de noviembre, pero podría ser antes”, lo que significa que los resultados podrían conocerse antes de las elecciones del 3 de noviembre, en las que el presidente de EE.UU., Donald Trump, opta a la reelección.

Las fechas de presentación de estos resultados son fundamentales, ya que si se producen en octubre podrían entrar de lleno en la recta final de la campaña para los comicios noviembre y dar al mandatario argumentos a favor de su reelección.

De hecho, Trump este lunes intentó destacar uno de los pocos temas que invitan al optimismo en EE.UU. en medio de la pandemia: el rápido desarrollo de una vacuna.

Con ese propósito, el mandatario visitó este lunes un centro de investigación de Carolina del Norte, donde se están produciendo los componentes para la vacuna experimental de Novavax.

En declaraciones a la prensa, Trump aseguró que es la primera vez que EE.UU. emprende un esfuerzo de innovación tan importante desde la Segunda Guerra Mundial y aseguró que su objetivo es que, una vez que una vacuna sea aprobada, los estadounidenses puedan acceder inmediatamente a ella.

“Quiero que la vacuna esté disponible para los estadounidenses. Y supongo que tendremos muchas otras para el resto del mundo. El resto del mundo está sufriendo mucho por este virus de China”, dijo el mandatario, que culpa a Pekín de haber originado el virus, algo que el Gobierno chino niega y a cambio responsabiliza a Washington.

Carolina del Norte, el estado al que acudió Trump, es clave para las elecciones de noviembre.

En algunas encuestas electorales, el mandatario ha aparecido hasta dos dígitos por debajo del ex vicepresidente Joe Biden, virtual candidato demócrata para las elecciones de noviembre.

EE.UU. es el país más golpeado del mundo por la pandemia en términos absolutos con 4,2 millones de casos y más de 147.000 fallecidos, de acuerdo al recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

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