Sin ofrecer pruebas, miembros del Gobierno de Estados Unidos insinuaron este jueves que el nuevo coronavirus se originó en un laboratorio de Wuhan y acusaron al Partido Comunista de China de haber ocultado información sobre la enfermedad cuando comenzaron los contagios.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y el responsable de Defensa, Mark Esper, aparecieron este jueves en la televisión para opinar sobre una teoría que ha promovido la cadena conservadora Fox, que citando “múltiples fuentes“, afirma que la pandemia comenzó cuando el virus se escapó por accidente de un laboratorio de Wuhan.

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En entrevista con Fox, Pompeo afirmó que el Ejecutivo chino “sabía del virus antes de que se decidieran a dar información al público” y le acusó de ocultar datos.

Lo que sabemos, aseveró, es que “este virus se originó en Wuhan, China. Sabemos que el Instituto de Virología de Wuhan está solo a unas pocas millas de donde estaba el mercado. Hay todavía muchas cosas por saber. Pero deben saber que el Gobierno de Estados Unidos está trabajando diligentemente para resolver esto”.

Por su parte, Esper se mostró más prudente y dijo que hasta ahora “no hay pruebas concluyentes” que indiquen que el virus se originó en un laboratorio, aunque prometió que se investigará.

En las últimas semanas, una de las teorías conspirativas que más se han difundido es que el virus fue fabricado en un laboratorio, pero de momento no hay pruebas que indiquen que esto es así.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “hasta la fecha se desconoce la fuente del SARS-CoV-2, el coronavirus (CoV) que causa el COVID-19”.

Todos los datos disponibles sugieren que el SARS-CoV-2 tiene un origen animal, probablemente en el murciélago, y “no es un virus creado en laboratorio”, de acuerdo con la OMS.

No obstante, el Gobierno de Estados Unidos ha culpado repetidamente al gigante asiático de la pandemia, y de hecho, el presidente estadounidense, Donald Trump, al principio se refirió al coronavirus como “el virus chino”.

Ya este miércoles, en una rueda de prensa, Trump afirmó que “cada vez más y más se está oyendo la historia” del laboratorio chino, pero no ofreció más información.

“Estamos haciendo un examen exhaustivo de esta horrible situación para saber qué sucedió”, se limitó a decir el mandatario.

Los primeros casos de coronavirus fueron reportados por China a la OMS el 31 de diciembre de 2019, y muchos de esos pacientes habían visitado un mercado de mariscos, pescado y animales exóticos en esa ciudad a orillas del río Yangtsé, en Wuhan, que fue clausurado.

Desde hace semanas, Beijing y Washington han intercambiado acusaciones sobre el origen del virus. Ahora el Gobierno de Estados Unidos insinúa que se originó en un laboratorio, mientras que algunas autoridades chinas han promovido la teoría falsa de que soldados estadounidenses introdujeron la enfermedad durante una visita a Wuhan.

En todo el mundo, más de 2 millones de personas se han infectado y casi 140 mil han muerto por el virus, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.

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