Estados Unidos debe estar preparado para ampliar su fuerza nuclear a fin de disuadir las crecientes amenazas de China, Rusia y Corea del Norte, afirmaron altos funcionarios de la Administración del presidente Joe Biden, informa The Wall Street Journal.

Aunque Washington no descarta aumentar su arsenal nuclear en el futuro, las decisiones definitivas sobre si desplegar más armas atómicas se están dejando en manos de la futura Administración del presidente electo Donald Trump, que aún no ha detallado sus planes de defensa.

“Si las tendencias actuales continúan en la dirección negativa, con Rusia diciendo ‘no’ al control de armas y China y Corea del Norte aumentando su arsenal, puede aparecer la necesidad de incrementar el número de armas nucleares estadounidenses desplegadas en el futuro”, dijo uno de los funcionarios.

Según un informe desclasificado sobre las directrices de empleo nuclear que se enviará este viernes al Congreso, es posible que EE.UU. tenga que “adaptar la actual capacidad, postura, composición o tamaño de las fuerzas nucleares” para hacer frente a “múltiples adversarios que están haciendo de las armas nucleares un elemento más central de sus estrategias de seguridad nacional”.

Sin embargo, algunos expertos en control de armamentos consideran que la insistencia en aumentar las capacidades nucleares del país norteamericano está fuera de lugar. “Invertir en capacidades convencionales parece una forma mucho más eficaz de influir en los adversarios que gastar en más armas nucleares”, afirmó Hans Kristensen, de la Federación de Científicos Estadounidenses, una organización sin ánimo de lucro que estudia cuestiones de seguridad. “Se pueden utilizar armas convencionales y tenemos un arsenal nuclear que se ha estructurado para hacer frente a una amplia gama de escenarios diferentes”, añadió.

Trump tendrá algunas opciones listas para añadir a la tríada nuclear estadounidense, que consiste en misiles terrestres, armas marítimas y proyectiles transportados por bombarderos estratégicos, notaron los expertos. La Administración del futuro presidente “heredará unos deberes y unas opciones rigurosas”, dijo Vipin Narang, que fue alto funcionario del Departamento de Defensa en asuntos nucleares hasta agosto.

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