La campaña del exvicepresidente Joe Biden por la nominación demócrata obtuvo este jueves un apoyo importante para elevar su discreto perfil en California gracias al apoyo público del alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti. Se trata de uno de los apoyos más significativos que estaban en el aire en California. La senadora sénior del Estado, Dianne Feinstein, declaró su apoyo a Biden al principio de la carrera de primarias, pero se daba por descontado. El gobernador, Gavin Newsom, anunció su apoyo a la senadora Kamala Harris el día antes de que esta anunciara su retirada. No ha declarado una nueva preferencia. Harris, por su parte, tampoco.

El apoyo de Garcetti y Feinstein confirma que la campaña de Biden en California tiene el apoyo del establishment del partido. Ambos apoyaron a Hillary Clinton en 2016 y Garcetti hizo campaña por ella. Clinton ganó en California en junio de aquel año y aplastó las últimas esperanzas del senador Bernie Sanders de disputarle la nominación demócrata.

La carrera es distinta esta vez. Biden apenas ha realizado actos públicos en California y está concentrando sus esfuerzos en ganar Iowa, New Hampshire y Carolina del Sur, los tres primeros estados que votan. Históricamente California no tenía influencia en las primarias, puesto que se celebraban al final, con la carrera decidida. Eso ha cambiado este año. El Estado celebrará sus primarias el supermartes, 3 de marzo. California reparte más de 400 delegados, más que los cuatro estados tempranos juntos. El reparto se hace proporcionalmente. Es decir, la preferencia de California puede sentenciar quiénes son los dos o tres candidatos viables.

En este sentido, candidatos como Bernie Sanders están haciendo un mayor esfuerzo en California. Las encuestas en el Estado muestran a Biden y Sanders prácticamente empatados con un 21% y 22% cada uno. Por detrás está la senadora Elizabeth Warren y a mucha distancia el alcalde Pete Buttigieg.

“Los demócratas tienen un extraordinario elenco de candidatos, pero yo nunca olvidaré lo que Joe Biden ha hecho por mi ciudad y por mi país”, dijo Garcetti en un comunicado. Biden apoyó la iniciativa de elevar el salario mínimo a 15 dólares la hora y ha ayudado a Garcetti en su perfil nacional e internacional.

Garcetti, que inició su segundo y último mandato con una victoria electoral en la que obtuvo el 81% de los votos y es en general un alcalde popular, estuvo sopesando durante meses la posibilidad de presentarse a presidente. Hitos de su mandato como conseguir los Juegos Olímpicos de 2028 parecían cimentar esas opciones. Sin embargo, crisis como la huelga de maestros o la impactante situación de los sin techo, con partes de la ciudad convertidas en campos de refugiados, hacían inviable presentarse a nivel nacional como un gestor de éxito. Ante la expectación, Garcetti tuvo que dar una rueda de prensa en enero de 2019 para anunciar que no se presentaría y acabar con el asunto.

El apoyo público de Gacretti, sin embargo, no inclina la balanza en Los Ángeles por sí mismo. Las bases del partido demócrata en California han demostrado que están virando a la izquierda rápidamente. Desde la decepción de 2016, el partido ha tenido gestos en este sentido como negarle el apoyo a la senadora Feinstein. Los demócratas de California han celebrado dos convenciones este año. Biden ha faltado a las dos y no ha sentado bien.

El jueves también anunció su apoyo a Biden el acalde de Long Beach, Robert García, peruano-americano y primer alcalde abiertamente gay de la ciudad. El anuncio llega el día de la visita de Biden al puente del puerto de Long Beach. El exvicepresidente tenía previsto acudir también a un acto de recaudación de fondos en Irvine, al sur de Los Ángeles.

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