En la vigilia de la entrada en vigor del pase verde Covid UE fijado para el 1 de julio, el as en la manga de Europa para el relanzamiento del turismo corre el riesgo de ensombrecerse por nuevas fricciones entre los Estados miembros, y la larga cola de la pandemia con la agudización de los contagios activados por la variante Delta.

Tomada a contrapié por las últimas escaramuzas entre Berlín y Lisboa sobre los viajes, la Comisión de la UE busca llamar al orden a los 27 reclamándoles el respeto a los acuerdos. Y, en tanto, anuncia haber identificado cinco terapias “prometedoras” contra el Covid-19 que “podrían estar pronto disponibles” en toda la Unión. Quizás ya en octubre.

La decisión de Alemania de prohibir en su totalidad el ingreso de personas provenientes de Portugal, considerado un país donde la variante Delta predomina, enojó a Bruselas, que no la ve “en línea” con lo establecido junto a los mismos Estados miembros meses atrás.

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El malestar fue expresado en una misiva dirigida a todas las capitales, firmada por los comisarios Didier Reynders, Thierry Breton y Stella Kyriakides.

Urgente la solicitud: coordinar lo antes posible, preferiblemente a más tardar el jueves, todas las medidas para los traslados en el territorio europeo (desde las clasificaciones de las zonas a la alta incidencia para las cuales deberán tener previstas cuarentenas, la obligación de test a los menores) garantizando la libertad de viajar sin más obstáculos y limitaciones a quien esté sano del Covid o haya completado el ciclo de vacunación.

Todas informaciones que desde el jueves deberían ser más fáciles de proporcionar y obtener en cualquier lugar de la Unión con el certificado verde Covid, prueba que ocurrió la vacunación, la negatividad de un hisopado o la sanación del virus.

Y que ahora Bruselas recomienda usar para además reabrir, en un modo “gradual”, las puertas de los conciertos, festivales, muestras y teatros al menos por ahora “limitadas”, dando una bocanada de oxígeno al martirizado sector cultural.

A pocas horas de la fatídica medianoche del 1 de julio son 20 los Estados miembros que ya dieron inicio al sistema digital conectándose a la plataforma UE y comenzando a distribuir los pases.

Al llamado falta Chipre, Hungría, Malta, Irlanda, Países Bajos, Rumania y Suecia. Aún siendo un instrumento “ábrete sésamo”, la Comisión de la UE confía en que el certificado garantice más uniformidad entre los 27 dando “a los ciudadanos la necesaria confianza para organizar un viaje al exterior”.

Siempre asumiendo que la variante Delta no haga más daño de lo previsto. Las últimas indicaciones señalan que la cepa aparecida en India se está difundiendo siempre más en el Viejo Continente, alimentando el 20% de los casos diagnosticados en Francia y casi el 99% en el Reino Unido.

También por esto los europeos en viaje, si quieren evitar sorpresas, deberán tener siempre los mapas semanales del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), en los niveles de contagio en las varias regiones, y la plataforma Re-Open EU, que contiene todas las informaciones actualizadas de las varias medidas nacionales.

Y si por ahora el efecto barrera de las vacunas parecer regir, con Moderna que reveló una escasa reducción de la eficacia de su inmunizante ante la variante india, Bruselas confía en la atención inicial del virus.

Hasta aquí, cuatro de los cinco tratamientos individualizados son anticuerpos monoclonales en revisión en tiempo real por parte de la Agencia Europea para los Fármacos (EMA), mientras el otro es un inmunosupresor ya autorizado para pacientes no-Covid. Y si mientras tanto el pase verde ayuda a frenar la difusión del virus, el auspicio es que para las terapias esté todo listo en octubre.

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