La primera ministra británica, Theresa May, continúa trabajando con el objetivo de que el resultado del referéndum de junio de 2016, en que la mayoría de los británicos decidieron abandonar la Unión Europea (UE) se cumpla.

El día de hoy por solo 19 votos la moción de censura contra su Gobierno planteada en el Parlamento por el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn.

Por 325 frente a 306 votos, May obtuvo la confianza de la mayoría de la Cámara de los Comunes, un día después de perder por un amplio margen la votación sobre el acuerdo del Brexit al que ha llegado con la UE.

Tras conocer el resultado, la primera ministra afirmó que continuará trabajando para “cumplir con la solemne promesa” de materializar el resultado del referéndum de junio de 2016, en el que los británicos votaron por abandonar la UE.

“Tenemos la responsabilidad de identificar un camino hacia adelante que nos permita obtener el apoyo de esta cámara”, agregó la jefa de Gobierno, que reiteró su intención de conversar con el resto de fuerzas políticas para tratar de encontrar un terreno común.

El ala más euroescéptica de los conservadores, así como sus socios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), respaldaron hoy que May continúe al frente del Gobierno, a pesar de que se opusieron el martes a su pacto sobre las condiciones de salida de la UE.

Ambos grupos le exigen que regrese a Bruselas para obtener concesiones sobre el mecanismo de salvaguarda irlandesa, diseñado para evitar una frontera en Irlanda del Norte, a pesar de que la UE se ha mostrado hasta ahora contraria a reabrir el acuerdo, sellado a finales de noviembre.

La primera ministra cuenta con un plazo legal hasta el próximo lunes para regresar al Parlamento y exponer un ‘plan B’ de cara al Brexit, que se materializará, si no se pacta con Bruselas una extensión del plazo, el próximo 29 de marzo.

Durante el debate sobre la moción de censura, May argumentó que convocar ahora unas elecciones generales sería “lo peor que podría hacer” el Reino Unido.

“Profundizaría en las divisiones, cuando necesitamos unidad, traería caos, cuando necesitamos certidumbre, y provocaría retrasos, cuando debemos seguir avanzando”, declaró.

Corbyn, por su parte, acusó a la primera ministra de haber “fallado al país” y le exigió que dimita para dar paso a unos nuevos comicios.

“Cualquier otro primer ministro que se hubiera enfrentado a una derrota de la escala de la que sufrió (May) anoche habría dimitido y este país podría elegir al Gobierno que desee”, esgrimió el líder laborista.

Tras perder la moción de censura, Corbyn estará sometido a presión desde sus propias filas para respaldar la convocatoria de un segundo referéndum sobre el Brexit.

El laborista, que ha defendido la necesidad de respetar el resultado de la consulta de 2016, en la que el 51.9 por ciento de los votantes optaron por abandonar la UE, ha sostenido hasta ahora que solo se plantearía un nuevo plebiscito si falla su objetivo de forzar unas elecciones.

Publicidad