El escritor Jorge Volpi calificó al mexicano como un Estado fallido, por su incapacidad para resolver decenas de miles de crímenes, desapariciones, y asesinatos de ciudadanos ocurridos en los últimos sexenios.
Lo anterior al participar en un foro organizado en la Cámara de Diputados sobre fabricación de culpables.
“Somos en este sentido un Estado fallido, un Estado que no puede garantizar una justicia transparente equitativa, independiente para sus ciudadanos y efectivamente es un Estado fallido. Con un sistema de justicia que tenemos, como podemos imaginar que los actos de la guerra contra el narcotráfico, 220 mil muertes en cifras oficiales, cifras de desaparecidos que oscilan entre los 30 y los 70 mil, y una cifra incontable de desplazados no puedan ser resueltos por un sistema así”, refirió.
Al narrar su experiencia en la revisión del caso de la ciudadana de origen francés Florence Cassez, Volpi Escalante indicó que se trata de un ejemplo de la situación que se vive en el país, y del funcionamiento del sistema de justicia en el que se fabrican en culpables a conveniencia del poder político.
Lamentó que esos parámetros no sean la excepción, sino la regla en un sistema que no funciona, está mal diseñado y donde policías, ministerios públicos, jueces, se prestan a esos actos de corrupción.
Las leyes respectivas, abundó, no están bien diseñadas; el nuevo sistema de justicia está mal implementado, conserva vicios anteriores; aunado a que jueces y ministerios públicos se rehusan a aplicarlo adecuadamente.
En cuanto a la fabricación de culpables, el autor indicó que la autoridad en cualquiera de los órdenes de gobierno, no intenta investigar la verdad para responder a las víctimas, sino que tiene una línea previa a seguir, con el fin de hacer creer que se está haciendo el trabajo y justificar la “verdad previa” o “histórica” como sucedió en el caso Ayotzinapa.
Para ello se elige a un presunto culpable, que generalmente es una persona inocente, o bien personas que han delinquido y son utilizadas para sustentar investigaciones a modo; a través de mecanismos y legales como la tortura, la invención y siembra de pruebas.
En tales circunstancias, finalizó el escritor, si el siguiente gobierno quiere pacificar al país, no podrá hacerlo si no modifica radicalmente el nuevo sistema de justicia, y lo adecue para que su propósito se cumpla en los hechos.
