El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha vuelto a cargar este jueves contra los países occidentales por su postura sobre la actual escalada del conflicto palestino-israelí, acusándolos de ser “demasiado débiles” para exigir un alto el fuego para que cesen los mortíferos bombardeos del país hebreo contra la Franja de Gaza, informa TRT Haber.

“De los casi 11.0000 gazatíes brutalmente asesinados por Israel, el 73 % son mujeres y niños. […] EE.UU. y Occidente callan juntos. Los países occidentales, que hablan constantemente de derechos humanos y libertades y democracia, observan todas estas masacres desde lejos”, denunció.

“Estos países y organizaciones son demasiado débiles para pedir un alto el fuego, y mucho menos para criticar a los asesinos de niños”, agregó Erdogan en una reunión de la Organización de Cooperación Económica, ente económico, que aglutina a 10 países de Asia, y que se celebra en Tashkent, la capital de Uzbekistán.

Paralelamente, el mandatario turco, que ya ha advertido a Occidente del riesgo de que estalle una nueva “guerra entre la cruz y la media luna”, al tiempo que tacha a Israel como “ocupante” y “criminal de guerra”, afirmó que Occidente “ni siquiera puede tolerar la bandera palestina”.

Mientras tanto, —recordó Erdogan—, estos mismos países “hacen la vista gorda ante quienes queman” el Corán “bajo el pretexto de la libertad de opinión”, en referencia a una serie de episodios de esta índole ocurridos en Dinamarca y Suecia.

Por otra parte, el líder turco denunció que el Ejército hebreo sigue lanzando ataques contra infraestructura civil, como escuelas, mezquitas, iglesias, hospitales y universidades, violando de esta forma “todos los valores de la humanidad”.

Erdogan recordó que su país sigue aumentando los esfuerzos para proporcionar ayuda humanitaria al enclave palestino, cuyo voulmen supera ya las 230 toneladas. Paralelamente, Turquía está preparando dos buques civiles para enviarlos a la región como parte de su trabajo humanitario.

Tras el inicio de la campaña de bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza, Turquía, que hasta entonces se esforzaba en seguir normalizando sus relaciones con Israel, condenó los ataques y llamó a consultas a su embajador en Tel Aviv. Erdogan instó al país hebreo a detener los ataques y declaró que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, “ya no es alguien con quien podamos hablar”. 

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