El virus no es estacional, sigue atacando y para esta semana el mundo llegará a 20 millones de infectados y a 750 mil víctimas fatales, afirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque mantuvo en alto las esperanzas de vencer al mal.

“Esta semana llegaremos a 20 millones de casos de coronavirus y 750 mil muertes. Detrás de estos números hay un gran dolor y sufrimiento. Pero también existe la esperanza de revertir la situación. Nunca es demasiado tarde “, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus en la sesión informativa habitual de Covid-19.

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“La segunda ola en Europa era inevitable. Después de eso podría haber otra y otra. Este virus no es estacional, pero ha demostrado que si se libera la presión regresa”, apuntó en la misma ronda el jefe de emergencias de la OMS, Mark Ryan.

Aunque el funcionario sanitario resaltó que ahora la diferencia la marca “la respuesta a estos brotes”.

“Países como Francia, Alemania, Corea del Sur, España, Italia y Gran Bretaña tenían grandes brotes de coronavirus, pero tomaron medidas y pudieron suprímalo”, destacó Tedros.

“Los países que lo lograron están reabriendo sectores de la empresa con un enfoque basado en el riesgo, pero es necesario permanecer alertas ante posibles brotes de Covid-19”, acotó.
Por otra parte, la OMS publicó un informe en el que concluye que “todavía no hay pruebas suficientes” para recomendar el análisis de las aguas residuales en busca de virus del Covid-19 como estrategia estándar para la vigilancia de rebrotes.

En su informe, el organismo sanitario internacional detalla que este tipo de análisis tienen “un largo historial” de uso en la salud pública, en particular para el virus de la polio y, más recientemente, para la resistencia a los antimicrobianos (AMR).
Y acotó que actualmente se está utilizando para la detección del SARS-CoV-2 vertido en las aguas residuales desde el sistema gastrointestinal superior y respiratorio superior y a través de las heces.

En concreto, señalan que se ha informado de la detección de fragmentos no infecciosos de ARN del SARS-CoV-2 en aguas residuales y/o lodos no tratados en varios lugares, como Milán (Italia), Murcia, Brisbane (Australia), varios lugares de Países Bajos, New Haven, Connecticut y el este de Massachusetts (Estados Unidos), París (Francia) y los lugares de vigilancia del virus de la polio existentes en Pakistán.

Empero, la OMS lamenta que la mayoría de los estudios publicados hasta la fecha sobre el uso de la vigilancia ambiental para el SARS-CoV-2 han sido realizados en entornos de altos recursos. “Sin embargo, se necesitan enfoques que puedan aplicarse en entornos de recursos más bajos, en los que una mayor proporción de la población no está conectada a las alcantarillas y en su lugar utiliza retretes de pozo o fosas sépticas”, argumenta el reporte.

En este contexto, los expertos de la OMS consideran que “incluso en entornos de altos recursos es difícil llevar a cabo una vigilancia ambiental generalizada para la alerta temprana, porque este enfoque requiere un muestreo frecuente para obtener datos procesables”.

“Además, también se requiere un alto volumen de muestreo debido a la baja sensibilidad. Un posible enfoque podría consistir en reservar la vigilancia ambiental para realizar pruebas conjuntas en entornos de riesgo particularmente elevado en los que se pueda aplicar rápidamente la respuesta, como los entornos residenciales cerrados (por ejemplo, asilos de ancianos, prisiones, dormitorios de trabajadores), grandes lugares de trabajo atestados o en el contexto de reuniones masivas”, añadió la OMS.

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