Los estadounidenses celebran mañana lunes una de sus fiestas preferidas, Halloween, pero ya han demostrado tener más ganas de disfrutar que miedo a la inflación, y han pasado las últimas semanas decorando sus casas, ofreciendo caramelos, esculpiendo calabazas y luciendo los disfraces más originales.
En Nueva York, uno de los mejores destinos para este evento apto para todos los públicos, esqueletos, fantasmas y arañas adornan fachadas, escaparates y portales desde principios de mes, y se convierten en atracciones turísticas temporales los cementerios o el pueblo donde se originó la leyenda del caballero sin cabeza, Sleepy Hollow.
Si las previsiones de la Federación Nacional de Minoristas de EE.UU. (NRF, en inglés) se cumplen, este año los consumidores se implicarán en las actividades de Halloween tanto como lo hacían antes de la pandemia y gastarán una media de 100,45 dólares por hogar, hasta una cifra nunca vista de 10.600 millones.
El culmen de la celebración son los desfiles de disfraces multitudinarios que recorrerán mañana 31 de octubre las ciudades de EE.UU., con hasta 50.000 participantes en el caso de la Gran Manzana, aunque durante todo octubre ya se han ido viendo brujas, zombies, vampiros y otros personajes tétricos en las calles y los bares.
CULTO A LOS DISFRACES
Los disfraces, de estética espeluznante o no, son uno de los aspectos más populares de esta cita y su indiscutible gran negocio, algo que se refleja en su presencia en tiendas especializadas y grandes almacenes que han llenado sus estanterías de propuestas para niños, adultos e incluso mascotas.
Esa es la categoría que más recauda, con una previsión de gasto de 3.600 millones de dólares -de los cuales 710 millones, más que nunca, son para disfrazar a perros y gatos- y también la responsable de un peregrinaje de consumidores a tiendas de culto como Party City o Spirit Halloween que comenzó en agosto.
Como siempre, los famosos, gran fuente de inspiración, han aprovechado para “influir” en redes sociales como Instagram y TikTok, con ideas como la de Kylie Jenner, una “novia de Frankenstein” sexy, o la pareja formada por Megan Fox y Machine Gun Kelly, que se transformaron en Pamela Anderson y Tommy Lee.
UNA FIESTA DULCE
Y si bien no todo el mundo se disfraza en EE.UU., para los dulces no hay excusa: un 67 %, según una encuesta de la NRF, planea dar caramelos y chocolate a los más pequeños del vecindario cuando llamen a la puerta acompañados de sus mayores y respondan a la famosa pregunta de “¿Truco o trato?”.
Probablemente sea el caramelo el responsable del aumento del gasto proyectado este año, ya que los precios de este producto se dispararon un 13 % en septiembre debido a la inflación y en algunas marcas de gran demanda como los Skittles más del 40 %, de acuerdo con datos de la firma Datasembly.
La Asociación Nacional de Confiteros, pese a todo, estima que las ventas de caramelos y chocolate durante esta temporada de Halloween -más importante que la Navidad o la Pascua- crecerán un 5 % interanual, parcialmente gracias a que las actividades han empezado más pronto que en años anteriores y con más ganas.
DECORACIÓN POR TODO LO ALTO
Si la amenaza de una recesión asusta a los mercados en EE.UU., los consumidores han preferido dar mejor uso a ese temor y divertirse con él ahora que pueden, sobre todo después de la ausencia de celebraciones de 2020 por la pandemia y de la contención del año pasado.
Como curiosidad, la anticipación fue palpable cuando en agosto ya se agotó uno de los productos de decoración más deseados: un esqueleto de 3,6 metros de altura con ojos parpadeantes de Home Depot, una de las minoristas que amplió este año su oferta “de miedo”, según el medio Retail Dive.
EFE