El líder del Partido Popular (PP) en España, Alberto Núñez Feijóo, aseguró este miércoles que al Partido Socialista (PSOE), liderado por el presidente en funciones Pedro Sánchez, “no le interesa una investidura entre partidos constitucionalistas”.

Las declaraciones del político conservador surgieron a raíz de que el PSOE rechazara su propuesta para alcanzar los apoyos que le faltan para investirse como presidente de Gobierno. 

Feijóo planteó a Sánchez seis pactos de Estado y una legislatura de dos años, a cambio de que los socialistas faciliten su investidura, con el propósito de evitar la repetición electoral que todavía amenaza el panorama político español, en vista del complicado resultado obtenido tras los comicios del pasado 23 de julio.

“Le he propuesto afrontar esta legislatura de un modo distinto al tradicional, pactando una duración concreta de la legislatura: dos años. Y pactando también el método de trabajo en las cortes, que permita desbloquear las grandes cuestiones de Estado pendientes que afectan a todos los ciudadanos”, aseveró el conservador y líder del partido más votado en las pasadas elecciones.

“No vamos a apoyar la investidura de Feijóo”

Tras la reunión, la portavoz del PSOE, Pilar Alegría, confirmó que su partido “no va a apoyar la investidura del señor Feijóo” y respondió con sarcasmo a la oferta hecha por el líder popular.

“Hemos pasado de derogar al sanchismo a rogar al sanchismo”, dijo en referencia a una de las frases más usadas en campaña por Feijóo. “No está buscando lo mejor para su país, está buscando salvar su pellejo”, agregó.

El tono usado este miércoles por Feijóo contrasta con la agresividad mostrada durante la campaña y el mandato de Sánchez, al que atacó sin tregua por, entre otras cosas, gobernar con el partido izquierdista Podemos y sus pactos con las fuerzas independentistas catalanas y vascas.

Alegría insistió además en que la investidura de Feijóo será “fallida” y condenó sus “continuos llamados al transfuguismo al PSOE”, en busca de los votos que le faltan para su investidura.

La portavoz socialista recordó que, en contraparte, el actual mandatario en funciones propuso al líder del PP llegar a un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) antes del próximo 31 de diciembre, independientemente de quien gobierne en ese momento, informa el diario El Mundo.

“Para ofrecer distintos pactos tienes que tener una acreditada credibilidad, y hay que cumplir el más sagrado, que es el de la Constitución. El Consejo General de Poder Judicial lleva 1.727 días de parálisis, sin renovación. Quiero recordar que esa parálisis de la renovación de El Consejo General de Poder Judicial, siempre la hemos sufrido cuando el Partido Popular estaba en la oposición”, dijo Alegría.

Sin embargo, las negociaciones fueron fallidas. Por esa razón, Feijóo arremetió contra el líder socialista, acusándole de bloquear la posibilidad de que la gobernabilidad quede en manos de los dos partidos más votados –PP y PSOE–, y dejando la puerta abierta “a los independentistas” para definir el futuro del país.  

“Hay dos opciones”

La semana pasada, Feijóo recibió el encargo del Rey para intentar formar gobierno en las sesiones del 26 y 27 de septiembre, pese a que los resultados obtenidos en las pasadas elecciones hacen muy difícil su elección.

Para lograrlo necesita la mayoría absoluta, es decir, al menos 176 votos de los 350 escaños que componen el Congreso. Hasta ahora, tiene garantizados 172: los 137 de su partido, los 33 del ultraderechista Vox y los dos de los pequeños partidos Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Coalición Canaria (CC).

Si no consigue los respaldos que le faltan, la votación se repetirá 48 horas después y entonces solo necesitará mayoría simple, es decir, más síes que noes. Ahí entrarían en juego las abstenciones.

Ante ese escenario, Feijóo, quien suele decir que no se da por vencido, aseveró este miércoles: “Caben dos alternativas: la primera es que la gobernabilidad de España se ponga en manos de los partidos independentistas, y la segunda es que quede garantizada con un acuerdo y con una responsabilidad histórica de los dos grandes partidos, que sumados tienen el 94 % de los votos”, indicó el líder de los ‘Populares’ para trasladar la responsabilidad de su investidura a los socialistas.

“En lo que de mí dependa la legislatura se pone en marcha. No renuncio a que algún día los partidos nacionales se puedan dar la mano, caminar juntos (…) y abordar un mínimo de cuestiones esenciales para la nación”, dijo al confirmar que seguirá con su ronda de consultas entre los distintos partidos.

¿Hacía unas nuevas elecciones?

Si el candidato popular no consigue el apoyo del Congreso, el siguiente en intentarlo sería Sánchez, quien a priori lo tendría un poco más fácil para conseguir formar gobierno.

Pero eso pasaría por recibir el apoyo de Junts per Catalunya, la formación del expresidente catalán Carles Puigdemont, quien se encuentra autoexiliado en Bélgica para eludir la acción de la Justicia española tras la celebración del referéndum ilegal de autodeterminación del 1 de octubre de 2017.

Entre las ‘delicadas’ condiciones de ese partido, figura la amnistía para todos los procesados tras el fallido intento de secesión

Si ningún candidato lograra la investidura, dos meses después de la primera votación en el Hemiciclo se disolvería el Parlamento y se convocaría una repetición electoral 47 días después, por lo que los nuevos comicios tendrían lugar en enero.

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