El número de muertos palestinos por los ataques israelíes contra la Franja de Gaza y Cisjordania asciende ya a 5.795, entre ellos 2.360 niños y 1.292 mujeres, mientras que unas 18.000 personas han resultado heridas, informa WAFA.
Sólo en las últimas horas, 305 niños, 173 mujeres y 78 ancianos han fallecido en ataques israelíes contra la Franja de Gaza, según medios locales que citan al Ministerio de Salud del enclave. Además, actualmente alrededor de 1,4 millones de residentes de la Franja de Gaza, más de la mitad de la población, son desplazados internos. Otro problema urgente que afronta el enclave palestino se centra en la escasez de agua potable, lo que obliga a la gente a usar fuentes inseguras.
Las autoridades locales también están preocupadas por el posible colapso del sistema sanitario, tras la muerte de 65 miembros del personal médico, la destrucción de 25 ambulancias y la salida de servicio de 12 hospitales y 32 centros de salud. Según alerta la Organización Mundial de Salud (OMS), en estos momentos, al menos 50.000 mujeres embarazadas en Gaza -de las que cerca de 5.500 darán a luz a lo largo del próximo mes- no pueden acceder a servicios sanitarios esenciales.
Al menos 4.600 niños heridos
Mientras, según los datos de la ONU, más de 625.000 niños del enclave se han visto privados de educación durante al menos 12 días, y 206 escuelas han sufrido daños.
En Cisjordania, la escalada también ha causado restricciones en el acceso a la educación. Todas las escuelas del territorio cerraron del 7 al 9 de octubre, lo que afectó a unos 782.000 alumnos. Hasta la semana pasada, más de 230 escuelas que atienden a unos 50.000 estudiantes no habían reabierto.
Mientras tanto, la actual crisis humanitaria en Gaza se ceba especialmente con los niños, lo que preocupa a los activistas de derechos humanos. “Al menos 2.000 niños han muerto en Gaza en los últimos 17 días, y otros 27 en Cisjordania. Los constantes ataques aéreos han reducido miles de edificios de la Franja de Gaza a montones de escombros humeantes”, escribe Save the Children, la organización internacional dedicada a proteger los derechos de los niños.
Además, el movimiento indica que actualmente al menos 4.600 niños han resultado heridos, “algunos con quemaduras atroces, pérdida de extremidades y otras terribles lesiones causadas por las explosiones, sin que hayan podido recibir la atención adecuada”.
“Médicos obligados a tomar decisiones imposibles”
Mientras, miles de viviendas y decenas de parques infantiles, escuelas, hospitales, iglesias y mezquitas han resultado dañados o destruidos en Gaza. “Los daños en las infraestructuras sanitarias y la falta de suministros médicos están obligando a los médicos a tomar decisiones imposibles, como operar en el suelo de los hospitales, a menudo sin anestesia”, destaca la organización.
“Un conflicto activo, que incluye incesantes ataques aéreos, en una ciudad tan pequeña y densamente poblada provoca un número escandalosamente elevado de víctimas civiles. Los niños son especialmente vulnerables a los efectos de las armas explosivas, ya que las explosiones les hacen retroceder más y con más fuerza. Sus huesos se doblan más, lo que aumenta la probabilidad de deformidades a largo plazo con escasas posibilidades de recuperación”, denuncia Jason Lee, director de Save the Children para la región.