Israel tenía en su poder información detallada sobre el ataque que Hamás ejecutó el pasado 7 de octubre contra su territorio, reporta The New York Times (NYT), que indica que el país la obtuvo más de un año antes y esta fue consignada en un dosier bajo el nombre en clave de ‘Muro de Jericó’.
El documento, de aproximadamente 40 páginas, fue revisado por el diario y describe con detalle, punto por punto, todo lo que el movimiento palestino llevó a cabo aquel sábado. Si bien no menciona una fecha para su ejecución, describe un asalto metódico diseñado para derribar las fortificaciones alrededor de la Franja de Gaza, tomar ciudades israelíes y asaltar bases militares clave.
El medio estadounidense —basado en documentos, correos electrónicos y entrevistas— afirma que la información circuló ampliamente entre el Ejército y los servicios de inteligencia israelíes, pero los expertos determinaron que un ataque de tal magnitud estaba más allá de las capacidades de Hamás y optaron por ignorarlo.
En julio pasado, apenas tres meses antes del ataque, un analista veterano de la unidad de inteligencia de señales 8200 de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) advirtió que la organización palestina había llevado a cabo un intenso ejercicio de entrenamiento similar al que se describía en el ‘Muro de Jericó’ y que estaba desarrollando capacidades para ponerlo en práctica. Sin embargo, un coronel de la división de Gaza hizo caso omiso, considerando el ejercicio como parte de un escenario totalmente “imaginativo”.
Los funcionarios israelíes admiten que, si los militares hubieran tomado esa y otras advertencias en serio, el país podría haber mitigado e incluso impedido la incursión en su territorio. En este sentido, señalan que su principal fracaso fue haber creído que Hamás carecía de capacidad para atacar y no se atrevería a hacerlo. Asimismo, destacaron que la audacia del plan ayudó a que fuera subestimado, ya que los militares suelen escribir planes que nunca materializan, y si Hamás iba a invadir, creían que lo haría con una fuerza de unas pocas decenas de hombres y no de cientos, como sucedió.
Por otro lado, las autoridades aceptan que malinterpretaron las acciones de Hamás anteriores al ataque. El grupo había negociado permisos que permitían a los palestinos trabajar en Israel, cosa que los israelíes interpretaron como una señal de que no buscaban una guerra.
“Hamás había estado elaborando planes de ataque durante muchos años, y los funcionarios israelíes se habían hecho con versiones anteriores de los mismos. Lo que podría haber sido un golpe de inteligencia se convirtió en uno de los peores errores de cálculo en los 75 años de historia de Israel”, escribe NYT.