Israelíes y palestinos llegan a un fin de año sombrío este domingo, sin ver en el horizonte ninguna perspectiva para el fin de los combates que siguen causando estragos en la Franja de Gaza sumida en una grave crisis humanitaria tras casi tres meses de guerra.
En las últimas horas del año 2023, no cesan los bombardeos aéreos, el fuego de artillería y los combates en la Franja de Gaza para la profunda consternación de una población palestina “agotada”.
El Ministerio de Salud de Hamás reportó la muerte de al menos 40 palestinos en bombardeos nocturnos en Ciudad de Gaza. Hasta ahora se han encontrado 18 cadáveres y muchos más están enterrados bajo los escombros, añadió.
“Tras la explosión, llegamos al lugar y vimos mártires por todas partes (…), todavía hay niños desaparecidos”, dijo Mohamed Btihan, residente en Gaza.
El ejército israelí indicó por su parte que mató a más de una docena de combatientes enemigos en múltiples combates terrestres, ataques aéreos y disparos de tanques, y añadió que había localizado túneles de Hamás y explosivos colocados en una escuela.
Esta guerra fue desatada por un ataque sin precedentes de Hamás en territorio israelí, que se cobró la vida de 1.140 personas, la mayoría civiles, de acuerdo con un recuento de la AFP, a partir de datos israelíes.
Como respuesta, Israel juró “destruir” al movimiento islamista palestino que gobierna en Gaza, golpeando sin cesar ese territorio donde todavía están 129 de los 250 rehenes en poder de Hamás y de sus aliados desde el ataque del 7 de octubre.
Según Hamás, desde el inicio de la guerra, la cifra de muertos en la Franja de Gaza – en su mayoría mujeres y niños – llega a 21.822 personas, el saldo más elevado de todas las operaciones israelíes.
“Situación difícil”
A lo largo de las últimas semanas, el ejército israelí se ha desplegado en el norte de Gaza, luego sobre Jan Yunis y últimamente en los campos del centro de ese territorio donde 1,9 millones de habitantes (85% de la población) han tenido que huir de sus hogares por los combates.
“Esperábamos que 2024 llegara bajo mejores augurios y que pudiéramos celebrar el Año Nuevo en nuestros hogares, en familia. Pero la situación es difícil”, comentó Mahmud Abu Shahma, de 33 años, desde un campo de refugiados en Rafah, en el extremo sur del enclave.
“Esperamos el fin de la guerra y que podamos volver a nuestras casas y vivir pacíficamente”, añadió el hombre originario de Jan Yunis, la principal ciudad del sur de la Franja y nuevo epicentro de la guerra entre Israel y Hamás.
En medio de los desplazamientos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió contra la creciente amenaza de la propagación de enfermedades infecciosas y la ONU teme una hambruna.
En Israel, las celebraciones de Año Nuevo serán probablemente más sobrias de lo habitual. En Tel Aviv, capital de la fiesta, los bares estarán abiertos toda la noche, pero el ambiente no será el mismo, con decenas de miles de jóvenes movilizados en el frente.
“Tráiganlos”
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró este domingo que Israel seguirá con la guerra “cuya justicia y moralidad no tienen parangón”, después de que Sudáfrica acusara al país de “actos de genocidio” ante la Corte Internacional de Justicia.
La noche del sábado, más de mil personas se manifestaron en Tel-Aviv en apoyo a los rehenes y a sus familias al grito de “tráiganlos a casa”.
“Trato de ser optimista, de verdad trato. Espero que haya otro acuerdo, incluso parcial, o que se publique información. Trato de aferrarme a cada pedacito de esperanza”, declaró en el lugar Nir Shafran, de 45 años.
Las negociaciones internacionales que realizaron Catar y Egipto lograron una tregua de una semana a finales de noviembre, lo que permitió la liberación de 100 rehenes y la entrada a Gaza de ayuda limitada. Hoy todavía siguen los esfuerzos para alcanzar una nueva pausa en los combates.
Una delegación de Hamás, grupo clasificado por la Unión Europea, Estados Unidos e Israel como terrorista, llegó el viernes a El Cairo para transmitir “la respuesta de las facciones palestinas” a un plan egipcio que prevé la liberación de rehenes y una pausa de los combates.
Dicha respuesta será entregada “en los próximos días”, afirmó en un comunicado Muhamad al-Hindi, secretario general adjunto de la Yihad Islámica, grupo armado que combate al lado de Hamás.
Interrogado sobre el tema el sábado, Netanyahu permaneció evasivo.
“Hamás planteaba toda una serie de ultimátums que rechazamos (…) Vemos un cambio (pero) no quiero crear expectativas”, declaró al asegurar que “la guerra continuará por varios meses”.
Varios frentes
La guerra en Gaza reavivó las tensiones en la frontera con Líbano, donde ocurren casi a diario -desde el 7 de octubre- intercambios de disparos entre el ejército de Israel y el Hezbolá libanés, grupo cercano a Irán y que apoya a Hamás.
En el mar Rojo, el ejército estadounidense anunció el domingo que hundió tres barcos de los rebeldes hutíes de Yemen que habían atacado un portacontenedores.
Desde que empezó el conflicto entre Israel y Hamás, los hutíes -aliados de Irán -han atacado barcos en el mar Rojo en varias ocasiones, afirmando hacerlo en apoyo a los palestinos en Gaza.
El gigante danés del transporte marítimo Maersk anunció el domingo que suspende por 48 horas el tráfico de su flota por esta vía marítima estratégica.