La Unión Europea adoptó hoy nuevos requisitos para medir, reportar y verificar las emisiones de metano en el sector energético y limitar el impacto climático de ese gas de efecto invernadero 30 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2).
“Para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1.5°C y lograr la neutralidad climática para 2050, debemos reducir las emisiones de metano en los sectores de petróleo, gas y carbón”, declaró en un comunicado la ministra de Energía de Bélgica, Tinne Van der Straeten, país que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
En concreto, los operadores energéticos “tendrán que medir las emisiones de metano a nivel de origen y elaborar informes de monitoreo que serán verificados por verificadores acreditados e independientes”, indicó el Consejo.
Los Estados miembros tendrán que elaborar y actualizar regularmente un inventario de todos los pozos activos, así como planes de mitigación para los inactivos, con el objetivo de evitar fugas.
También medirán y monitorearán las emisiones de minas de carbón que han sido cerradas o abandonadas por menos de 70 años, ya que el metano continúa liberándose incluso cuando la producción se detiene.
Las autoridades nacionales tendrán que acometer inspecciones periódicas y aplicar medidas “correctivas” en caso de que los operadores no cumplan.
Los operadores, por su parte, tendrán que detectar y reparar las fugas en sus infraestructuras en plazos concretos.
Además, también se vigilarán las emisiones de metano fuera de la UE en lo relativo a las importaciones energéticas.
“Las nuevas reglas introducirán herramientas de monitoreo global para aumentar la transparencia de las emisiones de metano de las importaciones de petróleo, gas y carbón en la UE”, señaló el Consejo.
Las reglas entrarán en vigor 21 días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE y la Comisión revisará la aplicación del reglamento en 2028.