La princesa Leonor de España se convertirá en “la dama cadete Borbón” el próximo día 17, cuando inicie su formación militar, como una soldado más, lo que implicará compartir habitación con otras alumnas, comenzar la jornada a horas tempranas o disponer de pocos permisos para salir de la academia y hacer vida normal.

La primogénita del rey Felipe VI y la reina Letizia, heredera de la Corona y que el próximo 31 de octubre cumplirá 18 años, ingresará en la Academia General Militar de la ciudad de Zaragoza (noreste), donde cursará el primero de los tres años de estudios militares en el Ejército de Tierra.

Su formación proseguirá después en las academias de la Armanda (fuerza Marítima) y del Ejército del Aire, tal y como hizo su padre cuando era príncipe.

DORMITORIO COMPARTIDO Y SOBRIEDAD

La princesa española pisará por primera vez la academia con indumentaria civil y sin demasiado equipaje, puesto que de inmediato se le entregará la ropa militar que empleará mientras esté en el centro, como establece el catálogo de normas de acogida.

Tendrá varios atuendos: el traje gris para asistir a clase; el de diario, de color caqui; el de gala; el de camuflaje para las maniobras y la ropa deportiva, si bien podrá usar sus propias zapatillas para hacer ejercicio siempre que sean “de forma y colores discretos”.

Como en el internado en el que estudió bachillerato en Gales (Reino Unido), la heredera al trono de España compartirá camareta (habitación) con otras chicas.

Los dormitorios son de dos, cuatro o doce plazas y cuentan con baño, mesa de estudio y un armario para la ropa.

Las damas cadete con melena, como el caso de la princesa, deben llevarla recogida con un moño en las formaciones y en momentos de especial relevancia, mientras que en las actividades deportivas se autoriza peinarlo en coleta o en trenza, siempre que su longitud no sobrepase la altura de la axila.

No se permiten las diademas, pero sí las redecillas, gomas u horquillas de color similar al de la cabellera, y los pendientes deberán ser uno en cada oreja, iguales, sin colgantes y sin sobresalir del lóbulo.

Están prohibidos los collares, las pulseras que cuelguen y los complementos, salvo un reloj o las gafas de ver, y se permiten los tatuajes si no se ven con el uniforme y si no son discriminatorios.

EL DECÁLOGO DEL CADETE

A la heredera al trono de España se le entregará el primer día “el decálogo del cadete”, una suerte de guía moral que habrá de memorizar y marcará su forma de proceder durante la carrera militar.

A los nuevos cadetes se le entregará un ordenador portátil para uso personal a lo largo de su periodo de formación.

Al tratarse de un régimen de internado, la hija mayor de los reyes de España dormirá en la academia de lunes a jueves.

Las salidas están permitidas por las tardes, aunque en el caso de los nuevos alumnos, se subraya que el estudio es obligatorio, y tendrá libre los fines de semana siempre que no tenga actividades o ejercicios militares.

Fuera de clase, los estudiantes pueden recibir tutorías, ir a la biblioteca, a la capilla o al casino de cadetes, una cafetería con mesas y butacas para poder pasar un rato de ocio.

Al margen de su estatus institucional, dos son los aspectos en los que la princesa tendrá un trato distinto al resto de soldados.

El primero es que tendrá un programa académico adaptado a su caso, puesto que el año que estará en Zaragoza cumplimentará dos cursos en uno.

El otro elemento diferenciador es que Leonor de Borbón ha renunciado a cobrar el salario que le corresponde a los cadetes de primer y segundo año, cifrado en 417 euros.

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