Los niños desplazados recientemente en el sur de la Franja de Gaza solo tienen acceso a entre 1,5 y 2 litros de agua al día, muy por debajo de los límites necesarios para sobrevivir, según estimaciones de Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).

Según las normas humanitarias, la cantidad mínima de agua necesaria en caso de emergencia es de 15 litros, incluida el agua para beber, lavarse y cocinar, informa la organización. Solo para la supervivencia, el mínimo estimado es de tres litros al día.

“El acceso a cantidades suficientes de agua limpia es una cuestión de vida o muerte, y los niños de Gaza apenas tienen una gota para beber”, declaró Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef. “Los niños y sus familias tienen que utilizar agua de fuentes inseguras que están muy salinizadas o contaminadas. Sin agua potable, muchos más niños morirán de privaciones y enfermedades en los próximos días”, añadió.

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De acuerdo con el organismo, aproximadamente la mitad de los desplazados internos que llegan a Rafa son niños. Se informa que las autoridades ya han registrado casi 20 veces la media mensual de casos de diarrea entre los menores de cinco años, así como un aumento de los casos de sarna, piojos, varicela, erupciones cutáneas y más de 160.000 casos de infecciones respiratorias agudas.

“Estamos haciendo todo lo posible para satisfacer las necesidades de la población de la Franja de Gaza, pero los equipos y materiales que hemos podido proporcionar distan mucho de ser suficientes. Los constantes bombardeos y las restricciones sobre los materiales y el combustible que pueden entrar en el territorio están impidiendo avances críticos. Necesitamos urgentemente estos materiales para reparar los sistemas de agua dañados”, indicó Russell.

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