El secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, se pasea en un avión que Pemex donó para combatir el huachicol. Es un Gulfstream Aerospace 550, modelo 2010, con un valor contable de casi 600 millones de pesos y avaluado en más de 480 millones de pesos, reveló este viernes el periodista Claudio Ochoa en Latinus Diario.

Ese avión lo compró Emilio Lozoya cuando era director de Pemex, el 18 de abril de 2014, según consta en el contrato de donación de Pemex a la Sedena que está en poder de Latinus Diario. El argumento de Lozoya en aquel entonces era fortalecer las capacidades de Pemex, cuando en realidad lo usaba para fines personales.

Ante el escándalo, el secretario de la Defensa en la época de Enrique Peña Nieto, Salvador Cienfuegos, solicitó a Pemex la donación de la aeronave para supervisar las zonas de incidencia delictiva en materia de robo de hidrocarburo.

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Pemex y su consejo lo avalaron y el avión pasó a manos del Ejército, el 24 de enero de 2018. Lo relevante es que en este mismo contrato de donación se estableció que el donatario, es decir, la Sedena, está obligada a que por lo menos durante 15 años contados a partir de que surta efecto la donación, por ningún motivo podrá vender, traspasar, ceder, permutar o celebrar cualquier otro acto jurídico, de lo contrario se cancelará la donación.

El contrato establece que la donante, o sea Pemex, a través de la gerencia de responsabilidad y desarrollo social, será la unidad responsable de revisar que el uso y destino del bien donado sea acorde al objeto para el cual se donó. Lo que no se ha cumplido.

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