El turismo sexual infantil en México es una práctica que está creciendo en los últimos años, alertó el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), al grado que ya es considerado como “El Bangkok de Latinoamérica” debido a que se estima que 20 mil menores han sido víctimas de prostitución en el país.

En entrevista con El Sol de México, Ricardo Bucio Mújica, titular del SIPINNA, dejó claro que el Gobierno federal está tomando las acciones necesarias para hacer frente a este delito y manifestó que Cancún se ubica en el no grato cuarto lugar en materia de turismo sexual infantil, mientras que en otros destinos turísticos como Acapulco, Puerto Vallarta, Los Cabos y la Ciudad de México se mantienen encendidos los focos de alerta por la alta indigencia de este delito.

“Básicamente es Cancún el que tiene mayor afluencia y esto es de mucha preocupación. Pero también nos preocupa que se están reportando casos en la Ciudad de México, Acapulco, Puerto Vallarta y Los Cabos”, acotó.

Detalló que se están desplegando un operativo donde se ha incluido a la Secretaría de Turismo, así como con las Procuradurías y Fiscalías de los estados para que junto con hoteleros, restauranteros y centros de entretenimiento combatan de manera frontal esta práctica.

“Se tienen focos de alerta porque es una situación que se está ligando al crimen organizado, en donde está participando una cantidad grande de personas o de sectores de la industria del turismo y que está siendo muy poco atendida”.

EXTRANJEROS PROMOTORES DEL TURISMO SEXUAL INFANTIL EN MÉXICO

En el estudio “La trata de personas en el Sector Turístico” reveló el alto índice de explotación sexual de menores de edad se da en los principales destinos turísticos del país como Acapulco, Cancún-Riviera Maya y Puerto Vallarta.

De acuerdo con datos proporcionados por SIPINNA, se establece que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia afirma que más de 20 mil menores fueron víctimas de prostitución, siendo la explotación sexual como la denuncia con más frecuencia en las ciudades de Tijuana, Acapulco, Cancún y Guadalajara.

Detalla que 36 por ciento (18 de 50) de los casos de turismo sexual con niños son cometidos por ciudadanos provenientes de Estados Unidos y Canadá, que vienen por periodos cortos a elaborar material pornográfico con los niños mexicanos y regresan a sus países a comercializarlo.

También se tienen casos de ciudadanos que provienen de Inglaterra, Holanda y Alemania en busca de tener algún encuentro sexual con menores de edad

Por lo que se refiere a los casos de tráfico o venta de niños entre países, el SIPINNA subraya que esto se da en las fronteras de México con Estados Unidos y Guatemala, aunque también se tiene conocimiento que ciudadanos japoneses viajan a Cancún y Guadalajara para llevarse a algunas niñas a cambio de dinero.

Se puntualizó que la pobreza es uno de los factores que obliga a los niños a ganarse la vida del modo que sea, sin importara que para ello padezcan abusos y arriesguen su salud.

Los datos sostienen que México es considerado por los turistas sexuales como “El Bangkok de Latinoamérica” y que las niñas, niños y adolescentes en situación de calle son los más vulnerables a las técnicas de de captación y al abuso por parte de turistas adinerados.

“México junto con Brasil, Colombia, República Dominicana, Venezuela y Costa Rica son países que son señalados a nivel internacional como fuentes de comercio sexual de consumidores de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Italia y Suiza, principalmente”, refiere el SIPINNA.

EL CASO QUINTANA ROO

Ricardo Bucio, Secretario Ejecutivo de SIPINNA, indicó que en Quintana Roo se mantiene un plan de vigilancia, debido a que las autoridades de este estado activaron la alerta sobre el incremento del turismo sexual infantil.

Ante esto y de acuerdo con datos del Informe La explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes en los viajes y el turismo en México, señala que en los centros turísticos de Quintana Roo se han mantenido esfuerzos por combatir la trata, prostitución y pornografía con menores de edad.

En el Informe infiere que se detecto que estudiantes de secundaria y preparatoria son quienes se involucran en temas en los temas de la prostitución y pornografía, siendo principalmente hombres los que acceden a este tipo de asuntos.

También se descubrió que existen catálogos de jóvenes y se ha mantenido la prostitución de jóvenes a través de los escorts o con una nueva expresión utilizada como los “sugar babies”.

El texto da cuenta que los lugares donde se ofertan los encuentros con menores de edad son los spas, table dance, hoteles, casas de cita, departamentos de lujo y casas de seguridad.

Abunda que en relación con la cadena de suministro, personal de agencias de viajes ubicados en el aeropuerto, taxistas, dealers, brazaleteros, barman y personal de vigilancia son los que promueven este tipo de prácticas.

En relación a las víctimas, la relación a las edades en que son incorporados a la explotación sexual, se registraron en el caso de los niños a partir de los 8 años y en el de las niñas a partir de los 10 años.

En torno a los delincuente sexuales, hasta el momento no se cuenta con un perfil único, aunque se han registrado que en su mayoría son turistas de mayor edad y la población LGBTI, turistas ocasionales que legan a la zona por congresos o actívales empresariales, turistas nacionales y viajantes de otros estados que llegan por suministros de industria, entre otros.

El reporte deja claro que la falta de la correcta aplicación de las leyes, la impunidad y la falta de denuncia han propiciado que no se tenga una verdadera sanción para aquellos a los que practican el turismo sexual infantil.

LAS ACCIONES

El Secretario Ejecutivo de SIPINNA, Ricardo Bucio Mujica, consideró que el turismo sexual infantil “no solo debe ser un delito del fuero común si no que debería de tener una atracción de prevención de la iniciativa privada, pero no hay capacidad publica para enfrentar esta situación”.

Enfatizó que la trata y el turismo sexual son también situaciones bastante invisibilizadas porque no se tiene un marco real adecuado ni una organización para atender este foco y esta afectación que tienen niños y niñas a efectos de prevenirlas.

Por último, acotó que se debe denunciar y seguir la investigación, por lo que “en el mejor de los casos puede haber algún tipo de intervención, pero normalmente no hay políticas públicas desde el municipio hasta la Federación para prevenirlo”.

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