El gobierno mexicano rechazó la orden ejecutiva dictada por el gobernador de Texas Greg Abbott, para retornar a la frontera a los migrantes sin documentos que sean detenidos en ese estado, como lo indicó un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La cancillería mexicana repudió este decreto que permite a la Guardia Nacional en Texas detener y regresar a los límites con México a los extranjeros sin visado y dijo que “en Estados Unidos la aplicación de la ley es facultad exclusiva del gobierno federal” por lo cual “nuestro diálogo en esta mantera ocurre a ese nivel”.
Ayer, López Obrador acusó a Abbott de estarse “extralimitando” con su orden de devolver a México a los migrantes detenidos por ingresar ilegalmente a Estados Unidos tras la tragedia del pasado 27 de junio que dejó 53 migrantes muertos por asfixia en un camión abandonado en una ruta de la ciudad de San Antonio.
“Como hay elecciones en noviembre, entonces buscan el sensacionalismo, el amarillismo. Piensan que así van a tener simpatía los de un partido o de otro”, afirmó el jefe de Estado.
“Con nosotros no van a contar porque aún y cuando somos respetuosos de la soberanía de los países no vemos bien que haya campañas anti-migrantes con propósitos electorales, lo considero inmoral, politiquero”, indicó.
El comunicado de la Cancillería señaló que las acciones de Abbott “sólo se pueden entender como parte de las campañas electorales en el estado de Texas”.
Las fricciones del gobierno de México con el mandatario republicano, que aspira a reelegirse en las elecciones del próximo mes de noviembre y quien constantemente lanza fuertes críticas al presidente Joe Biden por su fracaso en contener la imparable marea migratoria desde el sur de la frontera estadounidense, crecen día tras día.
Las autoridades mexicanas también están molestas y preocupadas por las nuevas medidas de revisión que lleva adelante Abbott en vehículos de transporte de carga en la frontera de Texas con los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, que han generado pérdidas a las empresas mexicanas que trasladan mercancías a Estados Unidos.
“México reitera su compromiso con la protección de los derechos de los mexicanos que se encuentran en el extranjero”, indicó la Cancillería, al exponer que, a través de la red de consulados en Texas, “estará atento para responder a cualquier violación” que pueda ocurrir contra ciudadanos de este país.
La decisión de Abbott tuvo lugar tras la cancelación del programa “Quédate en México”, que permitió durante varios meses a autoridades de Estados Unidos enviar a México a miles de solicitantes de asilo mientras se desahogaban sus casos en cortes migratorias estadounidenses.
Anteriormente, también se eliminó el llamado “Título 42” que permitía a autoridades de estados fronterizos devolver a migrantes para evitar la expansión de la pandemia de covid-19.
“El presidente Biden se niega a hacer su trabajo y a hacer cumplir la ley de inmigración promulgadas por el Congreso”, afirmó Abbott.
En tanto, volvieron las intensas revisiones de camiones de carga procedentes de México en los límites con Texas como las ocurridas en abril que provocaron un caos en la frontera por la decisión de Abbott y arrojaron pérdidas por unos 42 millones de dólares, según cálculos de las empresas transportistas.
El miércoles pasado, Abbott dio a conocer en un mensaje que se “creará e implementará una estrategia de punto de control que comenzará de inmediato” al señalar que “Texas está otra vez tomando medidas sin precedentes para abordar la catástrofe fronteriza de Biden”.
Entre otras medidas, se prevén puntos de revisión adicionales de camiones, equipos para detectar y detener cruces ilegales y la colocación de más kilómetros de cercas en la zona del Río Grande, llamado Río Bravo del lado mexicano.
El sector del autotransporte se mantiene confundido sobre cómo se implementará la medida, y dio a conocer que espera que no se afecten las operaciones de comercio internacional, como sucedió en abril pasado, cuando se registró un colapso de 10 días en el tránsito de camiones.
