El escritor, ensayista, académico y expolítico canadiense Michael Ignatieff ha puesto en valor este miércoles el trabajo que ha realizado España desde la época de la Transición y que le ha permitido convertirse en “un ejemplo de democracia”.

“Sois un ejemplo y no perdáis eso”, ha trasladado el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024 en un encuentro con medio millar de estudiantes de derecho de la Universidad de Oviedo dos días antes de recoger este galardón de manos de Leonor de Borbón.

Ignatieff ha señalado que la democracia es un “experimento continuo” que se encuentra en una crisis “permanente, porque necesita el apoyo de la siguiente generación”.

“No podemos dar nunca por sentada la democracia”, ha subrayado el pensador de 77 años que ha sido distinguido por ser un referente en un “presente cargado de conflictos bélicos, polarización política y amenazas a la libertad”.

Aunque Europa “se considera una unión de democracias organizadas en un compromiso común”, ha alertado de lo que ocurre en países como Hungría, donde el primer ministro Víktor Orbán “ha utilizado unas elecciones democráticas para poner fin a la democracia” y apuesta por la “eliminación de la independencia” judicial o el sometimiento de la universidad “al control estatal”.

Tras reconocer que su experiencia en la actividad política (entre 2066 y 2011 encabezó el Partido Liberal de su país) fue un “fracaso completo”, ha rechazado el discurso de quienes sostienen que todos los representantes son “corruptos”, “solo piensan en sí mismos” o “no les importan las personas”.

“La política es un espejo donde descubres la verdad sobre ti mismo y tomas decisiones que nadie quiere tomar”, ha dicho el pensador, considerado uno de los mayores expertos en los procesos nacionalistas modernos.

En este punto, ha animado a aquellos jóvenes que “estén preparados para perder” que se dediquen a la política porque si no “al país le irá muy mal”.

Durante el encuentro han tomado la palabra algunos de los estudiantes universitarios, que le han preguntado por su opinión sobre el papel de los referéndum.

Ignatieff ha asegurado que el promovido de manera “unilateral” en Cataluña en 2017 “fue algo catastrófico para España pero, sobre todo” para esta comunidad y ha confiado en que se haya aprendido “la lección y no se repita”.

“Lo que nunca debería hacer un político es dar a elegir a un ser humano entre partes de uno mismo. Elegir entre tu corazón español y tu alma catalana es terrible”, ha alertado.

El canadiense, que ha pedido a los jóvenes que tomen conciencia de que la situación internacional está inmersa en “un momento de miedo e incertidumbre”, ha señalado que, ante la baja tasa de natalidad, si España no acoge a migrantes legales “no seguirá desarrollándose económicamente”.

“Pero cuando esos migrantes llegan han de saber que España no es un hotel, sino que hay normas que hay que respetar”, ha insistido.

Ignatieff ha defendido un control “estricto de las fronteras” y una política de “devolución” de aquellos que son ilegales, una cuestión que es un “veneno para la sociedad”, porque “no tienen protección social, papeles y se ven sometidos a la explotación y abusos y la sociedad pasa a ser injusta”.

“Hay que sentarse a resolver el problema y dedicar muchos recursos financieros para evitar que mueran en el mar”, ha reclamado el canadiense, que ha dedicado su vida al estudio y defensa de los derechos humanos y la democracia.

También ha reflexionado sobre el impacto que tiene el desarrollo de la Inteligencia Artificial para calificar de “positivo” que la computación algorítmica “revolucionará la ciencia médica” y permitirá “descubrir nuevos fármacos”.

No obstante, cuenta con “muchos problemas y desafíos” como otorgar a estos algoritmos competencias que son “humanas”.

Así, ha expresado su preocupación sobre la posibilidad de que sus alumnos, en lugar de escribir sus trabajos, utilicen la herramienta ChatGPT, lo que “destruirá su capacidad de aprender”. EFE

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