Luego de las elecciones legislativas que vivió Israel, el Primer Ministro de aquel país, Benjamin Netanyahu, hizo un llamado a su principal opositor, Benny Gantz a formar un gobierno de coalición.
El cambio en la retórica del líder israelí se da debido al empate que su partido y el de Gantz tuvieron en las recientes elecciones.
Esto porque los resultados preliminares dieron a Likud, el partido de Netanyahu, 32 escaños en el Parlamento Israelí, conocido como Knéset, mientras que el partido Azul-Blanco, al que pertenece Gantz, logró 33.
Antes de estas elecciones, Netanyahu había hecho un llamado la población a apoyar un gobierno de derecha como el que él encabeza, en contraposición con una administración de árabes que, aseguraba, proponía Gantz.
Durante la campaña, Gantz promovió la negociación con grupos árabes que representan la tercera fuerza más votada del país.
Sin embargo, luego del empate en los comicios, Netanyahu señaló la necesidad de impulsar un gobierno de unión, por lo que exhortó a Gantz a reunirse con él para llegar a un entendimiento.