Este jueves, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenó una vez más, por mayoría abrumadora, el bloqueo que EE.UU. mantiene desde hace más de seis décadas contra Cuba.

Esta es la trigésima primera vez se somete a la consideración del organismo el proyecto de resolución ‘Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los EE.UU. de América contra Cuba’,  cuya discusión comenzó el pasado miércoles y culminó este jueves con la votación.

En esta oportunidad, el proyecto presentado por la isla fue adoptado con 187 votos a favor, la abstención de Ucrania; y los dos habituales votos en contra de EE.UU. e Israel.

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Tras conocerse los resultados de la votación, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, catalogó la decisión mayoritaria de la ONU como “un nueva victoria del pueblo cubano y de su Revolución”.

El mandatario también agradeció, a través de una interacción en la plataforma X, el “reconocimiento y apoyo de la comunidad internacional al heroísmo y a la resistencia” de su país. 

En esta jornada, que contó con la intervención del canciller cubano, Bruno Rodríguez, también participaron diplomáticos de países suramericanos como Brasil, Bolivia, Chile, Perú; caribeños como Barbados y Jamaica; centroamericanos como Belice y Nicaragua, además de Irán.

“El embargo es un anacronismo”

Durante su intervención, el representante de Perú aseveró que el embargo contra La Habana es contrario a la carta de las Naciones Unidas y a los pactos internacionales de derechos humanos.

Al tomar el uso de palabra, la representante permanente de Chile ante el organismo internacional, Paula Narváez, recordó que durante más de 30 años consecutivos la Asamblea General ha aprobado las resoluciones donde se pide poner fin al embargo económico, comercial y financiero de EE.UU. contra el país caribeño.

Narváez recalcó que las sanciones estadounidenses han generado “escasez y sufrimiento” para la población e impedido “el logro de los objetivos de desarrollo”. “Lamentamos que el embargo, en vigor desde hace más de medio siglo, siga vigente”, puntualizó.

Asimismo, como ya han solicitado la mayoría de los países que le antecedieron en el podio, clamó por la exclusión de Cuba de los países patrocinadores del terrorismo debido a que “exacerba los impactos del bloqueo”.

“El pueblo cubano puede sobrevivir gracias su dignidad, perseverancia y esperanza. El embargo económico es un anacronismo proveniente de una época ya pasada y debe terminarse”, concluyó.

“Rechazamos cualquier política de injerencia”

En su turno, Brasil recordó que ha pedido “por muchos años la normalización de las relaciones de EE.UU. con Cuba” y destacó que “el rechazo al embargo es virtualmente un consenso internacional”.

“Las sanciones impuestas a Cuba han afectado y siguen afectado el pleno disfrute de los derechos del pueblo cubano y perjudican principalmente a los más pobres”, arguyó.

Por su parte, el embajador de Bolivia ante la ONU, Diego Pary, agradeció a Cuba por su “compromiso con las causas más nobles de la humanidad”, al tiempo que calificó de “inconcebible y contradictorio que el país más solidario del mundo se incluido en la lista de países patrocinadores del terrorismo de EE.UU”.

“Los pueblos del mundo hemos sido testigos de que 60 años no han sido suficientes para castigar a un pueblo solidario, más bien se observa un recrudecimiento del bloqueo”, añadió Pary.

“Rechazamos la aplicación cualquier política de injerencia y de intervencionismo y toda medida que vulnere la soberanía e independencia de cualquier Estado”, dijo.

Durante el uso de palabra, el embajador nicaragüense, Jaime Hermida Castillo, afirmó que “las potencias imperialistas” mantienen e “intensifican” las “políticas coercitivas en contra de pueblos y gobiernos soberanos”.

“Sobreponen sus intereses hegemónicos por encima de las prioridades de la comunidad humana, fomentando guerras, bloqueos sanciones y campañas difamatorias”, advirtió.

Hermida Castillo expresó que los pueblos tienen derecho a ejercer su soberanía e independencia, libres de “injerencias, amenazas o agresiones extranjeras”.

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