Veracruz, Ver. (SPI).- El Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS) tiene corresponsabilidad en el quebranto financiero del estado de Veracruz al que omitió irregularidades millonarias de la pasada y actual administración estatal, señaló Bingen Rementería Molina, diputado local electo del Partido Acción Nacional (PAN).

Comentó que el 23 de diciembre del 2015, el Congreso del estado -de mayoría priista- aprobó al  órgano fiscalizador un presupuesto para el 2016 de  175 millones de pesos, recursos que salen de los bolsillos de los veracruzanos para transparentar los recursos públicos, y que paradójicamente sirven para “limpiar, ocultar y solapar” las arbitrariedades del gobernador y sus secretarios de despacho.

Explicó que desde su creación al organismo se le dotó de personalidad jurídica y patrimonio propios, autonomía técnica, presupuestal y de gestión, como apoya al Congreso estatal para la fiscalización de los recursos estatales y federales, no obstante su complicidad con el ejecutivo estatal  hoy es más que evidente al incumplir con su carácter de autónomo.

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“Tuvo que ser la Auditoría Superior de la Federación (ASF) la que advirtiera la falta de comprobación de 35 mil millones de pesos solamente de los recursos federales; tuvo que ser un trabajo periodístico el que descubriera las empresas fantasmas con el que se desviaron recursos por 645 millones de pesos defraudando al Fisco”, mencionó el próximo legislador local.

El ORFIS tiene como visión: “convalidar la confianza de la Población y de los Entes Fiscalizables”; y en su misión: “hacer de la Fiscalización Superior el instrumento eficaz que estimule el control, la transparencia y la rendición de cuentas en los Entes Fiscalizables”, nada de eso se ha materializado, al contrario, el órgano le ha quedado a deber a la ciudadanía y hoy es un órgano de desconfianza más que de certezas.

Rementería Molina dijo que fueron los mismos sectores de la sociedad quienes comenzaron a inconformarse por irregularidades de las que el órgano ya tenía conocimiento: la desaparición del recurso del 3 por ciento a la nómina, la falta de pago de prestaciones a maestros, el desfalco del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), los recursos federales que no han caído a los municipios,  la falta de pago a proveedores, y lo más lamentable señaló: la deuda pública que podría superar los 100 mil millones de pesos.

“Hay muchos culpables en la quiebra estatal. Veracruz es el ejemplo claro de la corrupción cuando se coluden los tres poderes de gobierno: el Ejecutivo para subyugar al Congreso local en su mayoría priista, y el poder judicial que no tiene tras las rejas a un solo funcionario después del atraco a las arcas que apenas es la punta del iceberg”, finalizó.

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